Árbol natural o de plástico: ¿cuál es el más amigable con el medio ambiente?

Entre el largo listado de cosas por comprar para estas fiestas decembrinas se encuentra el árbol de navidad, un elemento esencial para esta celebración católica-cristiana que año con año adorna las estancias de millones de hogares en el mundo. Opciones hay muchas; desde un alto, grueso y oloroso pino natural recién cortado, hasta un multifacético árbol sintético plegable, de colores y tamaños varios. Las alternativas en la actualidad son ilimitadas, pero ¿Cuál es la más amigable con el medio ambiente? 

Varios expertos han debatido en cuál es el tipo de árbol con menor huella de carbono, uno natural o de plástico. Es muy complicado, según Andy Finton, director de conservación del paisaje y ecologista forestal de Nature Conservancy en Massachusetts. 

¿Qué tan bueno o malo es comprar un árbol navideño de plástico?

Usar un árbol de plástico parecería ser la opción más sustentable, pues una vez que se compra  podría usarse cada año si así se deseas. Las familias utilizan en este tipo de árboles sintéticos alrededor de seis años, según Finton vía CNN, pero la realidad es el que el costo de carbono es definitivamente mayor que el de un árbol natural. 

El experto explicó que para que estos parámetros puedan nivelarse con el de un pino recién cortado, las personas deberían usar su árbol navideño de plástico por 20 años o más, sólo para que el balance de carbono sea equivalente. Pero seamos realistas ¿Quién ha utilizado uno de estos por más de dos décadas? 

Los árboles plastificados están hechos generalmente de cloruro de polivinilo o PVC, creados en instalaciones petroquímicas que emiten toneladas y toneladas de CO2 al ambiente. Por otro lado, su producción se concentra en Asia; el 80% de los árboles artificiales en todo el mundo se fabrican en China, según el Departamento de Comercio de USA. Son transportados a través de grandes barcos que utilizan combustibles fósiles y en grandes camiones de carga que finalmente producen contaminación. 

¿Natural o artificial? 

Según un análisis sobre el impacto ambiental de los árboles de navidad reales y artificiales, publicado por la American Christmas Tree Association (ACTA) y realizado por la WAP Sustainability Consulting, determinó que comprar un ejemplar artificial es mucho más favorable si se reutilizan durante al menos cinco años, pero los estudios demostraron que los árboles de navidad hechos de plástico se usan en un promedio de 10 años, lo que supera con la recomendación de la evaluación del ciclo de vida (LCA). 

Para llegar a esta conclusión se tomó en cuenta los aspectos de adquisición de ambos tipos de árboles, la fabricación, el transporte, la siembra, fertilización y riego de árboles reales que fueron cultivados en un periodo de 7 a 8 años. El impacto también varía según la distancia que un consumidor viaje para comprar un árbol, la manera en la que lo desechan después de las fiestas, cuánto tiempo lo usan, entre otros factores. 

¿Qué tan bueno o malo es comprar un árbol de navidad natural?

Comprar árboles naturales parecer se un gran opción para los consumidores. En 2019 se compraron alrededor de 26.2 millones en los Estados Unidos, según cifras de Statista, mientras que en 2021 se compraron 20.98 millones de árboles reales, según la ACTA. 

La plantación de pinos ayuda a evitar el impacto de la crisis climática. Por cada árbol cosechado, se plantan de uno a tres más y lo ideal es hacerlo inmediatamente para equilibrar la producción, según Doug Hundley, vocero Asociación Nacional de Árboles de Navidad. 

Según Recreation.gov, cortar árboles o pinos delgados para Navidad en zonas densas puede mejorar la salud del bosque, pero quizá no sea tan favorable cuando hay granjas locales para cortar el suyo sin la necesidad de un permiso del Servicio Forestal de los Estados Unidos. 

Otro beneficio de adquirir un árbol natural es que su consumo genera empleo para más de 100 mil personas de la industria en alrededor de 15 mil granjas cultivadoras en todo el territorio estadounidense, según el ACTA. 

“Lo que estamos haciendo al comprar un árbol de Navidad natural es apoyar las economías locales, las comunidades locales, los agricultores locales y, para mí, esa es una parte clave de la ecuación de la conservación”, dijo Finton. “Cuando un cultivador de árboles puede obtener beneficios económicos de su tierra, es menos probable que la venda para desarrollarla y que la convierta para otros usos”. 

La manera en la que son desechados también es crucial para el medio ambiente. Tirarlos a la basura no es una opción viable, pues su descomposición en los vertederos podría contribuir a la generación de gases invernadero, como lo es el metano. En la actualidad hay más de cuatro mil programas de reciclaje de árboles de navidad en todo el país, pero si esa tampoco es una opción, otras personas utilizan los restos para generar composta y alimentar otras áreas de crecimiento natural. 

La decisión final 

Comprar un árbol natural podría ser una buena opción, siempre y cuando se tomen las mejores decisiones para su compra y desecho. De la misma manera por un pino artificial, mientras más tiempo pueda utilizarlo, es mucho mejor.