Sabor Latino
¡Cocina estos ricos tamales de queso manchego con ate y sorprende a toda la familia!
Prueba este rico tamal de dulce en su versión más renovada con queso manchego y ate. La receta perfecta para uno desayuno o cena en familia.Los tamales, al igual que muchos platillos típicos mexicanos, tiene decenas de variantes en cuanto al relleno y preparación. Como resultado de ello, aquí te traemos unos deliciosos tamales dulces con queso manchego y ate para degustar en la cena o el desayuno con familia o amigos.
Esta receta agrega otros elementos a diferencia de la tradicional preparación para el tamal de dulce, comúnmente elaborado con frutos secos, pasas, trozos de piña, coco rallado, ciruelas pasas y mermeladas varias que lo convierten en el postre perfecto. Para esta ocasión el procedimiento es casi el mismo, pero el sabor es diferente.
Prepara estos ricos tamalitos de dulce con queso manchego y ate
Ingredientes
- 30 hojas de elote
- 2 tazas / 520 g de masa fresca o 2 tazas / 260g de masa harina mezclada con 1 a 14 tazas 240 a 300 ml de agua
- 5 cdas. / 70 g de mantequilla apomada
- 1/2 de taza / 65 g de azúcar
- 170g de queso manchego
- 170 g de ate de membrillo
- Crema ácida para acompañar
Procedimiento
1.- Empieza poniendo las hojas de elote a remojo dentro de un bol grande con agua caliente para que se ablanden mientras preparas el resto de ingredientes.
2.- Coloca la masa fresca o la masa harina en la jarra del procesador de alimentos dispuesto con la pala para mezclar o, si lo prefieres, puedes hacer este paso a mano usando unas varillas y un bol grande. Hay que batir la masa para que le entre todo el aire posible y quede esponjosa. Cuanto más la trabajes, más ligeros quedarán los tamales.
3.- Pasados 3 o 4 minutos, agrega la mantequilla de cucharada en cucharada y sigue batiendo hasta que se incorpore bien a la masa. A continuación, añade el azúcar y bate durante uno o dos minutos más.
4.- Corta el queso manchego y el ate de membrillo en 12 láminas del mismo tamaño, de unos 5 centímetros x 12 milímetros. Más o menos del tamaño de medio dedito de queso. No te preocupes si no te salen cortes perfectos y uniformes, pues se sirven dentro del tamal. Básicamente tienen que caber dentro de la masa y se necesita la misma cantidad de queso y membrillo.
5.- Retira las hojas de elote del agua y escúrrelas para eliminar el exceso de humedad. Abre una y sirve 3 cucharadas/55 gramos de masa en el centro de la hoja. Con el dorso de una cuchara o con una espátula, dale forma rectangular de unos 7,5 x 5 centímetros y 12 milímetros de grosor. De nuevo, no tiene que quedar perfecto. Ha de ser lo suficientemente grande para que quepa el relleno y que quede a los lados suficiente hoja para envolverlo bien y que no se salga la masa.
6.- Pon una lámina de queso manchego y otra de ate de membrillo en el centro de masa Y junta los extremos de la hoja de modo que la masa cubra el relleno. A continuación, pliega la parte inferior de la hoja de modo que todo el tamal esté cubierto y luego sigue enrollándolo. Debería quedar 'cerrado' por abajo y abierto por arriba. Usa una segunda hoja para acabar de envolverlo.
En realidad, envolver tamales envolver tamales no tiene ningún secreto. Lo importante es que el interior quede lo más prieto posible para que no se filtre nada al cocerlo. Repite este proceso con el resto de la masa. Si quieres, puedes cortar una de las hojas en tiras y usarlas como lazo para atar los tamales y asegurarte de que no se sale nada.
7.- Una vez acabado este proceso, coloca una vaporera en una olla llena con entre 5 y 8 centímetros de agua. Dispón los tamales en la vaporera y lleva el agua a ebullición. Tapa y cuece al vapor durante 20 o 25 minutos. Cuando haya pasado más o menos la mitad de este tiempo, comprueba que todavía quedan varios centímetros de agua en el fondo de la olla y agrega más si fuera necesario.
8.- Pasados 20 minutos, saca uno para comprobar si ya está hecho. Haz un corte en el centro para asegurarte de que la masa no se pega ni se deshace. Deberías poder hacer un corte limpio sin que nada se desmorone o pegue. Sirvelos con una cucharada de crema ácida.
9.- Al igual que los tamales salados, los puedes cocer, conservar en el refrigerador y calentarlos de nuevo al vapor. Estarán tan buenos como los recién hechos.