No lo podrás creer
Toma nota de la relación entre el Demonio de Tasmania y la cura contra el cáncer
Estos marsupiales son tendientes a padecer esta enfermedad y por más que no lo creas, lo terminan superando.El demonio de Tasmania es una especia de marsupial dasiuromorfo y que se encuentra solamente en la isla silvestre de Tasmania, al sur de Australia occidental. Si pensaste que era un invento de los dibujos animados pro su aparición en Looney Tunes, temo decirte que es real y su aspecto es similar a la de un oso pequeño. Son carnívoros y completamente salvajes, por lo que no se recomienda estar en contacto con ellos. En los últimos días, se conoció la relación que tiene este mamífero con el cáncer y en cómo se puede curar.
El nombre de este marsupial deriva de la zona a la que pertenece, y es que se encuentra en el sur occidental de Australia, precisamente en la selva de Tasmania. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza catalogó al demonio de Tasmania en peligro de extinción. Entre las curiosidades que no sabías de este marsupial, tienes que saber que la mordedura es una de las más fuertes y es que cuando se siente amenazado no solo mostrará sus dientes, sino que atacará.

Otra curiosidad del demonio de Tasmania es que tiene un aullido estremecedor, prefiere salir de noche y guarda comida para los tiempos de escasez. Quizás no lo sabías, pero los tumores faciales diezmaron la población y ha desarrollado diversas estrategias de supervivencia que dan pistas para que los humanos puedan vivir con el cáncer. Estos tumores se contagian a través de las peleas, el apareamiento y luego se expandirá por el resto del cuerpo, generando una metástasis.
Como el cáncer en los demonios de Tasmania causó la reducción de su especie, estos marsupiales lograron hacerle frente a esta enfermedad y que también pueden aplicar los humanos. Muchas hembras se reproducen antes de que la enfermedad se propague y así garantizan la continuidad de la especie. Además, tienen la capacidad de atacar a las células cancerígenas y es que los investigadores han comprobado que los genes son más estables.

Otro indicio de que los demonios de Tasmania son propensos a hacerle frente al cáncer y que también pueden hacerlo las personas, es que se adaptan genéticamente, lo que hará que sean más tolerantes a la enfermedad. Además, los investigadores manifestaron que el cáncer aparecerá siempre, pero debemos aprender a cómo sobrellevar esta enfermedad.