Sabor Latino

Receta de salsa macha, un aditamento picosito al estilo mexicano para acompañar todas tus comidas

Si se te antoja algo verdaderamente picosito, prueba con esta receta de salsa macha, un popular y clásico aditamento de la cocina mexicana que te dejará con ganas de probarla una y otra vez más.
viernes, 5 de mayo de 2023 · 16:58

La salsa macha es una de las salsas más populares y picantes de la gastronomía mexicana. Su origen se remonta al estado de Veracruz, donde se prepara con chiles secos, aceite y semillas tostadas. Algunas versiones también incluyen cacahuates, ajonjolí o hasta chapulines.

Se caracteriza por no llevar tomate ni jitomate como otras salsas mexicanas, sino que se basa en el sabor intenso y picante de los chiles, que se fríen en aceite hasta que cambian de color y se vuelven crujientes. El aceite también ayuda a conservar la salsa por más tiempo, ya que actúa como un conservador natural.

La salsa macha se puede preparar con diferentes tipos de chiles secos, como el chile de árbol, el chile chipotle o el chile cascabel. Cada uno le dará un toque distinto a la salsa, así que puedes experimentar con el que más te guste o combinar varios para obtener una salsa más compleja.

Se trata de un aditamento muy versátil y se puede acompañar con una gran variedad de platillos, como pescado, carne, mariscos o antojitos mexicanos. También se puede usar como aderezo para ensaladas, verduras o quesos. Es una salsa que le dará un toque picosito y delicioso a cualquier comida.

A continuación te compartimos una receta fácil y rápida para hacer salsa macha en casa. Solo necesitas unos pocos ingredientes y una licuadora o procesador de alimentos. Seguro te encantará el resultado y querrás tener siempre un frasco de salsa macha en tu cocina.

Receta de salsa macha 

Ingredientes

  • 30 gramos de chile de árbol seco
  • 3 dientes de ajo
  • 1 cucharada de ajonjolí
  • 1 pizca de sal
  • ¾ taza de aceite de oliva o vegetal
  • 50 gramos de cacahuate (opcional)

Preparación

1. Limpia los chiles quitándoles el tallo y las semillas si quieres una salsa menos picante. Para esto, abre el chile de arriba hacia abajo y desvénalo. 

2. Pela y corta los ajos en láminas finas.

3. Calienta el aceite en una sartén a fuego medio y fríe los ajos hasta que se doren, moviéndolos constantemente para evitar que se quemen. Retíralos del aceite y reserva.

4. En el mismo aceite, fríe los chiles hasta que cambien a un color rojizo o morado, cuidando que no se quemen. Retíralos del aceite y deja que se enfríen sobre papel absorbente o un colador.

5. Tuesta el ajonjolí en una sartén sin aceite durante unos segundos, moviéndolo para que no se queme. Reserva.

6. Si usas cacahuate, pícalo con un cuchillo y tuéstalo en una sartén sin aceite hasta que esté dorado

7. Cuando los chiles y los ajos estén fríos, colócalos en una licuadora o procesador de alimentos con la sal y un poco del aceite sobrante. Licúa hasta obtener una pasta gruesa o fina, según tu preferencia.

8. Vierte la salsa en un frasco de vidrio y agrega el ajonjolí y el cacahuate. Mezcla bien y cubre la salsa con más aceite si es necesario.

Disfruta tu salsa macha con lo que más te guste. Nota: La salsa macha se conserva muy bien en el refrigerador por varias semanas. Puedes ajustar la cantidad de chiles, sal y aceite según tu gusto.