Conoce el ritual ancestral con laurel que debes realizar para atraer la fortuna y abundancia a tu hogar

El laurel es sin dudas una de las plantas más utilizadas en los rituales que están vinculados la mundo espiritual y en esta ocasión si tu intención es acrecentar o atraer a la buena fortuna te recomendamos este ritual de laurel altamente efectivo que pueden realizar en tu hogar ya que necesitas muy pocos elementos y es también un ritual sumamente económico pues su base principal es la preciada planta.

Las civilizaciones ancestrales utilizaron el laurel con muchos fines y entre ellos el realizar un ritual era uno de los más recurrentes. No solo se ha utilizado el laurel a través de los años para realizar rituales de buena fortuna sino también rituales de salud ya que también s una planta muy conocida por sus propiedades ansiolíticas y sus potencialidades para los resfriados o las complicaciones de salud vinculadas a la garganta.

Muchas personas son las que realizan este ritual porque creen en las potentes propiedades que desde el mundo espiritual se le atribuyen al laurel en lo que refiere a llamar a la buena fortuna y para concretar este ritual solo vas a necesitas unas cuantas hojas de laurel y tu bolso o billetera, cualquiera sea el instrumento con el que día a día sales a la calle y en cual llevas contigo tu dinero.

En el caso de las mujeres es una tradición casi ancestral llevar algunas hojas de laurel en sus billeteras, carteras y bolsos ya que llevarlas consigo es una forma de atraer a la buena fortuna y es un ritual posible entre los tantos que pueden realizarse con laurel. Para este sencillísimo ritual con laurel solo deben poner en una bolsita las hojas de laurel y colocarlas en algún bolsillo no visible de tu bolso.

Se recomienda para este ritual poner las hojas en una pequeña bolsa ya que las hojas pueden triturarse y esto puede generar mucha suciedad en nuestros bolsos por ello la mejor de las opciones es llevarlas juntas para que el ritual funcione de manera efectiva y nuestro bolso permanezca lo más limpio posible mientras llamamos a la buena fortuna con una buena cantidad de hojas de laurel como compañía.