4 tips con bicarbonato de sodio para ayudar a mantener siempre verdes y muy sanas a todas tus plantas

El bicarbonato de sodio es un producto muy versátil que se puede utilizar para múltiples fines en el hogar, la salud y la belleza. Pero ¿sabías que también puede ser un gran aliado para tus plantas? Estos son algunos tips para utilizar bicarbonato en tus plantas y aprovechar sus beneficios.

Para prevenir y combatir los hongos

El bicarbonato tiene propiedades fungicidas que ayudan a prevenir y eliminar los hongos que pueden afectar a las plantas. Para ello, puedes preparar una solución con una cucharada de bicarbonato, un litro de agua y unas gotas de jabón líquido. Rocía esta mezcla sobre las hojas y el tallo de las plantas afectadas una vez por semana hasta que desaparezcan los síntomas.

Para mejorar el pH del suelo

También puede ayudar a regular el pH del suelo, especialmente si es demasiado ácido. Un suelo con un pH equilibrado favorece el crecimiento y la salud de las plantas. Para medir el pH del suelo, puedes usar un kit casero o comprar uno en una tienda especializada. Si el pH es menor a 6, significa que el suelo es ácido y puedes añadir bicarbonato para neutralizarlo. La cantidad dependerá del tamaño y el tipo de planta, pero como referencia puedes usar media cucharadita de bicarbonato por cada litro de agua que uses para regar.

Para repeler insectos y plagas

El bicarbonato también puede actuar como un repelente natural de insectos y plagas que pueden dañar a las plantas. Algunos de los más comunes son los pulgones, las cochinillas, los ácaros y las moscas blancas. Para ahuyentarlos, puedes preparar una solución con una cucharada de bicarbonato, un litro de agua y unas gotas de aceite esencial de menta o lavanda. Pulveriza esta mezcla sobre las plantas afectadas cada dos o tres días hasta que se eliminen los invasores.

Para limpiar las hojas

Podrás limpiar las hojas de las plantas y eliminar el polvo, la suciedad y los residuos que pueden obstruir los poros y dificultar la respiración. Para ello, puedes usar un paño húmedo con un poco de bicarbonato y frotar suavemente las hojas por ambos lados. Luego, enjuaga con agua limpia y seca con otro paño. Este proceso se puede hacer una vez al mes o cuando veas que las hojas están sucias.