Entrevista

¿Cómo proteger a los perritos y gatitos de un golpe de calor? Tips y consejos para salvar la vida de tu mascota

Conoce qué es un golpe de calor y todos los consejos para evitarlo de la mano del Dr. Fausto Reyes Delgado, médico veterinario, zootecnista y director de Desarrollo Institucional, Comunicación y Educación del Hospital Veterinario UNAM-Banfield.
miércoles, 28 de junio de 2023 · 13:57

Cuidar la salud de nuestras mascotas es muy importante y más en temporadas de sol. Ante el incremento de las temperaturas por la crisis climática y las constantes olas de calor en diferentes regiones del planeta, es importante conocer algunas de las posibles afecciones que los seres vivos, en especial perros y gatos, pueden llegar a experimentar ante una excesiva y prolongada exposición al calor y las altas temperaturas. El golpe de calor es un peligroso incremento de la temperatura corporal asociado al calor y humedad en el medio ambiente y puede conllevar peligrosas consecuencias para la salud de tu mascota. 

Es muy común encontrar casos relacionados y más en verano, aseguró el Dr. Fausto Reyes Delgado, director de Desarrollo Institucional, Comunicación y Educación del Hospital Veterinario UNAM-Banfield, en entrevista para Terra USA. Durante el invierno también es posible, pero bajo condiciones de ejercicio extenuante, por ejemplo. 

El hospital, ubicado en la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México, recibe de uno a dos pacientes por golpe de calor entre semana y más de cinco ejemplares en sábados y domingos, un índice que incrementa por estas condiciones “extremas” que experimenta la Ciudad de México, al igual que muchas otras regiones del mundo, afirmó Delgado

El incremento exponencial de las temperaturas por el calentamiento global afecta a la mayoría de los seres vivos. Pero ¿de la misma manera? 

Entendamos las diferencias: el golpe de calor en humanos, perros y gatos

La regulación de la temperatura en un ser humano podría ser relativamente fácil, pues tomar un vaso de agua con hielos o encender el aire acondicionado pueden ser una salida óptima. Sin embargo, los perros y gatos podrían no tener las mismas herramientas y facilidades para mantenerse sobre un nivel adecuado. 

Ambas especies poseen diferentes “mecanismos de equilibrio”, explicó el doctor. “Ellos no controlan la temperatura como nosotros la controlamos. No tienen glándulas sudoríparas como las nuestras, si las tienen pero no funcionan de la misma manera”. 

A diferencia de los humanos, el sudor tal y como lo conocemos no entra en los mecanismos disponibles para los perros y gatos. Según Delgado, estas especias emiten sudoración a través de los ‘cojinetes’, almohadillas de piel ubicadas en las patas de las mascotas. “También utilizan la lengua "como radiador", junto con su jadeo, la respiración y la circulación en la lengua”, añadió. Además de otras técnicas como la conducción: “se tiran en el piso, se abren y con eso tratan de disipar calor”. 

Los perros y gatos tienen áreas muy pequeñas para el control de la temperatura, por ende, es muy fácil que en estas épocas del año los cuadros de golpe de calor sean más constantes. 

¿Qué es el golpe de calor? 

Un golpe de calor es un incremento de la temperatura corporal asociada a una elevada radiación solar. Ocurre cuando el perro o gato está expuesto a un ambiente poco ventilado, muy cálido y mayoritariamente húmedo

Al superar los 37.5 y 45 grados centígrados comienza el golpe de calor. A partir de los 41. 5 grados, el deterioro al organismo es inminente. 

Puede provocar coágulos internos, destrucción de tejido muscularnervioso. Inclusive, un paciente de golpe de calor en vías de recuperación puede manifestar secuelas como convulsiones, daño a los riñones, entre otros. Además de enfermedades renales y problemas cardiovasculares

Los síntomas: ¿Cómo sé que mi perro o gato sufre de un golpe de calor?  

“Se empiezan a agitar, jadean y tenemos una salivación excesiva, inclusive salida de líquido por la nariz, algo muy común. Las mucosas en su encía se empiezan a ver azuladas por problemas de oxigenación en la sangre. No quieren caminar, pueden quedarse echados o pueden perder la conciencia y tener convulsiones”, describió Delgado

¿Existen razas más propensas al golpe de calor?

Sí, la razas braquicéfalas o mejor conocidas como ‘chatas’, se caracterizan por tener una composición craneal y proporción facial mucho más corta y ancha que el resto, lo que también aumenta el riesgo de sufrir un golpe de calor, según el especialista en Medicina, Cirugía y Zootecnia en Perros y Gatos y Maestría en Educación Superior (UNAM). 

En el caso de los gatos, se encuentran algunos ejemplos como el gato himalayo, el persa y el gato exótico de pelo corto. Por otro lado, los perros de tipo bulldog inglés o francés también son más propensos. 

“Al tener un aparato respiratorio más cortito es mucho más fácil que sean presa de un golpe de calor”, afirmó el Dr. Fausto. “No pueden enfriar el aire que está entrando y a través de su nariz o el jadeo tampoco obtienen este tipo de refrigeración”. 

¿Qué hacer para evitar un golpe de calor?

1.- Evitar salir a pasear a tus mascotas en los horarios de mayor radiación solar. Generalmente entre las 10 y las 3 o de las 10 a las 4 de la tarde, según el experto. 

También se debe tener consideración sobre la temperatura ambiente y las superficies de contacto expuestas al sol con las que nuestras mascotas interactúan. 

“El metrológico nos puede decir que estamos a 32 grados centígrados, pero el asfalto y el concreto pueden estar a 50-60 grados centígrados, imagínate la cara de alguien que viene descalzo, se quema”, explicó Delgado. En el caso de las patas de los perros ellos sudan por ahí, si se queman qué va a pasar. Van a dejar de sudar. Los estamos exponiendo a un riesgo enorme”. 

2.- Eludir los paseos en automóvil o dejar al perro o gato al interior de un vehículo. Es muy importante que “nuestra mascota se quede en casa en un lugar resguardado con sombra, aire fresco y con agua a libre disposición”. 

Según el médico veterinario y zootecnista, el introducir a un animal dentro de un coche en un horario con altas temperaturas los expone a un cambio brusco de temperatura y a un incremento desmedido que podría llevar al golpe de calor

“Si la temperatura ambiente está a 21 grados centígrados, el interior de tu carro va a estar a 37 grados. Si la temperatura llega a 32 grados centígrados, a los 20 minutos o 40 minutos va a estar a 60 y los ejemplares se cocinan por dentro”, aseveró el doctor. “Es un riesgo inclusive de muerte”. 

3.- No cortar el pelo a perros y gatos en épocas de calor

“Estudios con termografía, que es el estudio con una cámara especial para ver la temperatura en superficies, demuestran que, si le cortamos el pelo a los perros y a los gatos, la temperatura sobre su firma incrementa tres grados con el simple hecho de estarse asoleando”, agregó. “Un perro o un gato que podrían estar muy tranquilos a 38 grados, que es normal para ellos, estarían en 41, ya entrando a golpe de calor”: 

Y añadió: “El pelo captura aire y eso crea un aislamiento para evitar el incremento de temperatura”. 

4.- No ponerles playeras, suéteres, cobijas u otros recubrimientos. 

El uso de prendas o recubrimientos extra es muy común entre los humanos, pero estos animales simplemente no lo necesitan, inclusive en condiciones de baja temperatura. 

¿Qué hacer y qué NO hacer en caso de un golpe de calor? 

Optar por un paseo fuera del horario de mayor radiación solar no exime otras medidas de prevención. Por lo que se recomienda. 

  • Portar una mochila con un plato bandeja
  • Agua fresca o fría (preferentemente ambas) 
  • Una toalla o paño 

En caso de cualquier signo de golpe de calor o señales de cansancio excesivo, es ideal mojar una toalla con agua fría y colocarla sobre las zonas más expuestas y de menor pelaje, ya sea el pecho, vientre, axilas, ingles y patas. Es importante enfriarlos de inmediato. 

Siempre hay que EVITAR mojar o colocar el paño sobre la cabeza del perro o gato con un golpe de calor pues tendremos “más daños que beneficios”, dijo Delgado. Esto para evitar cambios en la circulación.