¡Fresas de a montón! Aprende a cultivarlas desde la comodidad de tu hogar y conoce todo acerca del proceso

Las fresas son unas frutas deliciosas y saludables que puedes cultivar en tu propio huerto o jardín. Descubre cómo cultivar fresas paso a paso y te daremos algunos consejos para que obtengas una buena cosecha.

Lo primero que debes saber es que las fresas son plantas perennes que se reproducen por estolones, es decir, por tallos rastreros que emiten raíces y brotes en los nudos. Estos brotes se pueden separar de la planta madre y plantar en otro lugar para obtener nuevas plantas.

Las fresas se pueden cultivar en el suelo o en macetas, siempre que tengan un buen drenaje y una tierra rica en materia orgánica. El pH ideal del suelo es entre 5,5 y 6,5. Las fresas necesitan mucha luz solar, al menos 6 horas al día, y riegos regulares pero sin encharcar el suelo.

La mejor época para cultivar fresas es a finales del invierno o principios de la primavera, cuando las temperaturas no son muy frías ni muy calurosas. Puedes comprar plantas de fresa en un vivero o utilizar los estolones de una planta ya existente.

Para plantar las fresas en el suelo, debes hacer unos hoyos de unos 15 cm de profundidad y 30 cm de distancia entre ellos. Coloca una planta en cada hoyo y cubre las raíces con tierra, dejando la corona (la parte donde salen las hojas) al nivel del suelo. Presiona la tierra alrededor de la planta y riega bien.

Para plantar las fresas en macetas, debes elegir un recipiente con agujeros de drenaje y llenarlo con una mezcla de tierra, compost y arena. Coloca una planta en el centro de la maceta y cubre las raíces con la mezcla, dejando la corona al nivel del borde. Riega bien y coloca la maceta en un lugar soleado.

Las fresas requieren algunos cuidados para crecer sanas y producir frutos. Debes eliminar las malas hierbas que compitan con ellas por el espacio y los nutrientes, así como los estolones que no quieras utilizar para multiplicar las plantas. También debes podar las hojas secas o dañadas y proteger las plantas de las heladas, los pájaros y las plagas.

Para fertilizar las fresas, puedes aplicar compost o abono orgánico una vez al mes durante la primavera y el verano. También puedes añadir ceniza de madera o cáscara de huevo triturada para aportar calcio y potasio. NO uses fertilizantes químicos ni demasiado nitrógeno, ya que pueden afectar al sabor y la calidad de los frutos.

Las fresas empiezan a florecer en primavera y a dar frutos en verano. La cosecha se puede prolongar hasta el otoño, dependiendo de la variedad y el clima. Para recolectar las fresas, debes cortar el tallo con unas tijeras o con los dedos, sin dañar la fruta ni la planta. Las fresas se deben consumir lo antes posible o conservar en el refrigerador o el congelador.