Jardinería
Aprende a cultivar tu propio pimiento paso a paso con estos sencillos consejos
Aprende a cultivar pimientos en el huerto de tu casa y conoce algunas de las variedades de este vegetal más comunes en la cocina.Los pimientos son uno de los vegetales más versátiles y nutritivos que se pueden cultivar en casa con facilidad. Conoce cómo hacerlo paso a paso y descubre algunos consejos para obtener una buena cosecha. También te hablaremos de los diferentes tipos de pimientos que existen y sus propiedades.
¿Qué son los pimientos y de qué tipo hay?
Los pimientos son los frutos de una planta herbácea llamada Capsicum annuum, que pertenece a la familia de las solanáceas, como el tomate, la berenjena o la patata. Se originaron en América del Sur y fueron llevados a Europa por los conquistadores españoles en el siglo XVI. Desde entonces se han adaptado a diferentes climas y se han diversificado en muchas variedades.
Los pimientos se pueden clasificar según su forma, su color, su sabor y su grado de picor. Algunos de los tipos más comunes son:
Pimientos verdes: son los que se cosechan antes de madurar y tienen un sabor más amargo y menos dulce que los rojos. Se usan mucho para freír, rellenar o asar.
Pimientos rojos: son los que se dejan madurar en la planta y adquieren un color rojo intenso y un sabor más dulce y afrutado. Se pueden consumir crudos, en ensaladas, o cocinados, en salsas, guisos o conservas.
Pimientos amarillos y naranjas: son variedades que también se cosechan maduras y tienen un color más claro y un sabor más suave que los rojos. Se pueden usar de la misma forma que estos.
Pimientos morrones: son los que tienen una forma redondeada y carnosa y se pueden encontrar en varios colores. Son ideales para rellenar o asar al horno.
Pimientos de Padrón: son unos pimientos pequeños y verdes que se cultivan en Galicia y se consumen fritos con sal. Tienen la particularidad de que algunos son picantes y otros no, lo que hace que comerlos sea una sorpresa.
Pimientos chiles: son los que tienen un alto grado de picor debido a la presencia de una sustancia llamada capsaicina. Hay muchas variedades, como el jalapeño, el habanero, el cayena o el piquillo. Se usan para dar sabor y picante a muchos platos.
Los pimientos son muy ricos en vitaminas, especialmente en vitamina C, que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y a prevenir infecciones. También contienen antioxidantes, como el licopeno o la capsantina, que protegen las células del daño oxidativo. Además, aportan fibra, potasio, magnesio y otros minerales.
¿Cómo cultivar pimientos en casa?
Para cultivar pimientos en casa necesitas tener un espacio con buena iluminación, ya sea un balcón, una terraza o un huerto. Los pimientos son plantas que necesitan mucho sol y calor para crecer bien, por lo que la mejor época para plantarlos es a finales de invierno o principios de primavera, cuando ya no hay riesgo de heladas.
Los pasos para cultivar pimientos son los siguientes:
1. Prepara el sustrato: los pimientos necesitan un suelo rico en materia orgánica, bien drenado y con un pH neutro o ligeramente ácido. Puedes usar una mezcla de tierra de jardín, compost y arena o perlita. También puedes añadir un poco de abono orgánico, como humus de lombriz o estiércol.
2. Siembra las semillas: puedes comprar semillas de pimiento en una tienda especializada o usar las que vienen dentro de los pimientos que compras para comer. En este caso, debes secarlas bien antes de sembrarlas. Para sembrarlas, puedes usar unos semilleros o unas macetas pequeñas con agujeros en el fondo. Llena los recipientes con el sustrato y haz unos agujeros de unos 2 cm de profundidad. Coloca una o dos semillas por agujero y cúbrelos con un poco más de sustrato. Riega con cuidado y mantén el sustrato húmedo pero no encharcado. Coloca los recipientes en un lugar cálido y luminoso, pero sin sol directo. Las semillas germinarán en unas dos o tres semanas.
3. Trasplanta las plántulas: cuando las plántulas tengan unas cuatro o cinco hojas, puedes trasplantarlas a su lugar definitivo. Puedes usar unas macetas grandes, de unos 30 cm de diámetro y con buenos agujeros de drenaje, o plantarlas directamente en el suelo del huerto. Deja una distancia de unos 40 cm entre cada planta y riega bien después del trasplante. Coloca las macetas o las plantas en un lugar soleado y resguardado del viento.
4. Cuida las plantas: los pimientos requieren un riego regular pero moderado, evitando el encharcamiento y el secado del sustrato. También es conveniente abonarlas cada 15 días con un fertilizante orgánico líquido, como el té de compost o el purín de ortiga. Para prevenir las plagas y enfermedades, puedes aplicar remedios caseros, como el ajo, la cebolla o el jabón potásico. También puedes asociar las plantas de pimiento con otras que las protejan, como la albahaca, el tomillo o la caléndula.
5. Recoge los frutos: los pimientos empiezan a dar frutos a los tres o cuatro meses de la siembra, dependiendo de la variedad y las condiciones climáticas. Puedes cosecharlos cuando tengan el tamaño y el color deseados, cortándolos con unas tijeras o un cuchillo afilado. Los pimientos se pueden conservar en la nevera durante una semana o más, o congelarlos, secarlos o envasarlos para alargar su vida útil.