Animales
El último adiós: todo sobre cómo darle una despedida digna a tu mascota después de fallecer
Descubre todo a cerca de la despedida digna de mascotas y la tenencia responsable de la mano de Adrián Rodríguez-Granada Madrid, General Manager de agencia funeraria para mascotas 'Pets in the Sky', en entrevista para Terra USA.A nadie le gusta hablar de la muerte y mucho menos cuando se trata de la partida de un ser querido. Ya sea un perro, un gato, un hámster, un hurón e inclusive una tarántula, algunas de estas especies son, tanto por el amor, alegría y compañía que brindaron a lo largo de su vida. Es por eso que todas ellas merecen una despedida digna.
Pensar en una alternativa viable, no contaminante o cero abrasiva para la salud suele ser muy difícil, en especial en México, donde más del 70% de un total de 28 millones de mascotas se encuentran en situación de calle, según datos de la Asociación Mexicana de Médicos Veterinarios Especialistas en Pequeñas Especies (AMMVEPE).
Desde enterrar a tu perro en el jardín, hasta echar a un gato al vertedero o cubrir con cal u otros elementos químicos al cuerpo de un animal en la vía pública, son de las prácticas más comunes y menos favorables para quienes nos demuestran que el amor y el cariño siempre han estado primero.
En la actualidad, existen diversas organizaciones e instituciones que fomentan la 'tenencia responsable' y la 'despedida digna' de todas nuestras mascotas. Una gran cantidad de la población desconoce por completo la existencia de una alternativa funeraria para su ‘mejor amigo’, en especial cuando es ‘más barato’ optar por otras alternativas. Sin embargo, no muchas personas tienen la posibilidad de recurrir a estos servicios.
“Cremarlo era nuestra primera opción, pero estaba muy caro. No hubo otra alternativa que enterrarlo en la jardinera, creemos que también fue algo digno. Enterrarlo cerca de nosotros nos hacía sentir que de alguna forma seguía aquí. Cremarlo era una opción para todavía sentirlo aún más cerca, pero salía lo mismo”, relató Yasmín Agustín Durán, una amante de los animales que ofreció su opinión sobre el tema. Ella era dueña de ‘Popis’, un perrito que falleció hace más de cuatro años.
“Se entiende porque el servicio no es fácil, tiene sus complicaciones”, añadió. “Si cremar un cuerpo humano es difícil, pues por cuestiones de salud y normativas se entiende el precio. Pero si depende mucho la accesibilidad de las personas. Por supuesto que si tuviera la opción le hubiera dado esa despedida digna de la que me hablas”.
Cuando se tienen los insumos, contratar una agencia funeraria es la mejor alternativa y así lo sugiere Adrián Rodríguez-Granada Madrid, General Manager de Pets in the Sky, una de las pocas empresas dedicadas al acompañamiento integral y agencia experta en el rubro dentro de la Ciudad de México, quienes procesan a más de 800 ejemplares al mes, según sus datos.
¿Cómo se le da una despedida digna a una mascota a través de un servicio funerario?
La cremación para mascotas ya existía en México, pero en lugares como éste, las empresas ofrecen un valor agregado: un acompañamiento y despedida ‘integrales’.
“Ya no sólo se brinda un servicio de cremación del cuerpo de la mascota, ahora existe un plan de previsión, es decir, pensar en el futuro y desde ahora tener asegurado el servicio funerario para tu mascota cuando el momento llegue”, explicó Adrián.
Cuando la mascota fallece se comienza el proceso de recolección del cuerpo, “si es que falleció en una veterinaria, en tu domicilio o donde se nos indique”, personal “capacitado, entrenado, empático y cordial” lo lleva hasta algunas de las sedes de la funeraria donde se realizan las cremaciones, una de las alternativas más comunes para una despedida digna.
Las familias tienen la opción de entrar a una sala para el “último adiós”, según el experto. “Se les permite hacer lo que tengan que hacer para que su duelo sea más ligero. Hay quienes llevan sacerdotes, terapeutas, chamanes. Al final del día es un ritual de cierre, de despedida y de rendir tributo. La familia se despide por 10 o 15 minutos”.
Los familiares también tienen la opción de observar el proceso dentro de la cámara crematoria: “Tienen la oportunidad de ver el ingreso del cuerpo. No es una imagen muy linda, pero tampoco es grotesca. El horno encendido no opera de arranque con la puerta abierta. Con esto se aseguran que es su mascota, cerramos la compuerta e inicia la cremación”.
“Hay familias que nos dicen: ‘yo no me quiero mover de esta sala de despedida porque quiero ver la ventana’, o sea, la cortina abierta todo el tiempo, ‘quiero ver que es mi mascota’. También se vale porque hay mucha gente que tiene dudas porque desafortunadamente mucha gente se ha dedicado a hacer esto de mala manera”, dijo Rodríguez-Granada.
Terminado el proceso comienza el barrido de cenizas. Los restos óseos son colocados en un instrumento de procesamiento y refinamiento del material orgánico para posteriormente ser depositados en las conocidas ‘urnas’. Aunque aún hay más opciones.
“La familia en este inter tiene la oportunidad de elegir entre una gran variedad de urnas que ofrecemos, desde dijes, relicarios o pulseras que tienen un poquito de las cenizas para traerlas siempre contigo”, acotó el gerente.
Incinerar o enterrar
En algunos países como España está prohibido el entierro o incineración de animales en espacios no autorizados, esto debido a los problemas que puede causar a la salud pública y al medio ambiente. En otras regiones del mundo, también existen otro tipo de normas o regulaciones que sugieren un tratamiento específico de los restos ‘contaminados’ de estos animales, como en el caso de Colombia.
El optar por enterrar a las mascotas o exponer los cuerpos de las mismas a la intemperie puede provocar ‘zoonosis’, enfermedades infecciosas transmisibles de animales vertebrados al ser humano, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Entre algunas de ellas se encuentran la rabia, influenza aviar, brucelosis, hidatidosis / equinococosis quística, entre otras.
“Si nosotros no llevamos un proceso de cremación o un proceso adecuado. Estas enfermedades se pueden propagar”, anotó Rodríguez-Granada.
Para evitarlo, existen otras opciones ‘biodegradables’ y también ecológicas. “Son como esferas que están hechas de material orgánico comprimido, introduces las cenizas, una vez ya procesado el cuerpo puedes enterrarlas, tirarlas al mar o al río. Esto también te permite llevar a cabo un ritual”, dijo el gerente de Pets in the Sky. “Ya estás enterrando materia orgánica procesada en forma de cenizas que es bien diferente. Así ya no huele, ya no propagan enfermedades, ya no cambias el suelo, al final es es material orgánico”.
Perros, gatos y más…
Ofrecer una despedida digna no sólo se limita a perros y gatos, sino a cualquier otro tipo de mascotas.
“Hay quienes tienen patos, gallos, pececitos, serpientes, minipigs; obviamente nunca es recomendable tener especies que estén controladas o en peligro de extinción porque no estamos contribuyendo entonces a un tema del medio ambiente y de la conservación”, sin embargo, hay excepciones, aclaró Adrián.
“Una persona que tenía con todas las reglamentaciones y permisos son tucán (...), nos tocó también una persona con todos los permisos de un cachorro de león, desafortunadamente el animal falleció por causas médicas”, contó Adrián. “Creo que algo que me sorprendió mucho fue cuando alguien llegó a cremar a su tarántula y cuando alguien llegó a cremar a su pececito, pues en realidad son muy pequeñitos. Y pues en un proceso tan rápido y que además no tienen en realidad huesos, quedan aproximadamente gramos de nada”.
Pareciera raro concebir la idea de una cremación para una especie tan pequeña, pero lo importante es respetar “el proceso de despedida” que cada dueño desea brindarle a su mascota.
Tenencia responsable
Rodríguez-Granada recalcó sobre la importancia de considerar estos actos parte de una tenencia responsable: obligaciones éticas, morales y legales que todo dueño debe cumplir para garantizar que sus animales reciban los cuidados y el tratamiento adecuado, no sólo en vida, sino después de su muerte.
Estas responsabilidades implican:
1.- La consideración de las condiciones de vida, espacio, tiempo y presupuesto disponibles.
2.- Proporción de una alimentación equilibrada y un lugar limpio y seguro para vivir.
3.- Atención médica veterinaria y previsión de enfermedades.
4.- Educación y socialización según la especie.
5.- Respeto a las normas de convivencia y seguridad, como recoger sus excrementos, usar correa y bozal si es necesario en el caso de perros, evitar molestias a la sociedad.
6.- No abandonarla ni maltratarla bajo ninguna circunstancia.
7.- Brindarles una despedida digna y responsable con la sociedad y el medio ambiente en la medida de lo posible.
Para el representante de Pets in the Sky, la desinformación es unas de las causas principales por las que este tipo de servicios no obtienen tanta relevancia, al igual que los usos y costumbres de la población en cuanto al tratamiento y cuidado de sus animales.
“Estamos hablando de no hace muchos años, cuando la gente, al fallecer el perro o el gato, los envolvían en una bolsa y los tiraban a la basura. (...) Enterrar el cuerpo dejarlo a lo mejor en la intemperie con un costal de cal encima o a lo mejor tirarlo también”, dijo Adrián. “Pero esto ha cambiado mucho, pues ahora las mascotas también son miembros de la familia”.
El ideal es generar una cultura mucho más responsable y empática con los seres vivos. “Creo que vamos por buen camino, pero hay mucho camino por recorrer”, anotó. Para ello es importante generar alianzas en espacios de comunicación y educación junto al gremio veterinario y de conservación. De esta manera, las mascotas disfrutarán de una tenencia responsable y una despedida digna.
“Es lo mínimo que podemos hacer por ellos”, cerró Durán.