Jardinería

¡Pa' la salsita! Descubre cómo cultivar chile serrano paso a paso

Conoce cómo cultivar chile serrano en tu jardín o huerto personal y descubre algunas de las características de este chile mexicano, muy utilizado en la gastronomía nacional.
sábado, 15 de julio de 2023 · 11:30

El chile serrano es una variedad de chile picante originaria de México, muy apreciada por su sabor y su uso en la gastronomía. Su nombre se debe a que se cultiva principalmente en las zonas serranas de los estados de Puebla, Hidalgo y Veracruz. Tiene un tamaño pequeño, de unos 5 cm de largo, y un color verde oscuro que se torna rojo al madurar. Su grado de picor es alto, entre 10 mil y 25 mil unidades Scoville.

Si te gustan los chiles picantes y quieres cultivarlos en tu propio huerto o jardín, te contamos cómo hacerlo paso a paso, cuáles son las características de este chile y cuándo es la mejor época para cultivarlo.

Paso 1: Prepara el suelo

El chile serrano necesita un suelo bien drenado, rico en materia orgánica y con un pH ligeramente ácido, entre 6 y 7. Puedes mejorar la calidad del suelo añadiendo compost o abono orgánico antes de plantar. El chile serrano también requiere una buena exposición al sol, al menos 6 horas diarias, y una temperatura cálida, entre 20 y 30°C.

Paso 2: Siembra las semillas

Puedes sembrar las semillas de chile serrano directamente en el suelo o en semilleros. Si optas por la segunda opción, debes hacerlo con unos dos meses de anticipación al trasplante. Las semillas germinan en unos 10 a 15 días, siempre que mantengas la humedad y el calor adecuados. Puedes ayudarte de un invernadero casero o una bolsa de plástico para crear un efecto invernadero.

Paso 3: Trasplanta las plántulas

Cuando las plántulas tengan unas 4 hojas verdaderas y unos 15 cm de altura, puedes trasplantarlas al lugar definitivo. Debes dejar una distancia de unos 40 cm entre cada planta y regarlas bien después del trasplante. El mejor momento para trasplantar el chile serrano es a finales de la primavera o principios del verano, cuando ya no haya riesgo de heladas.

Paso 4: Cuida el riego y el abonado

El chile serrano necesita un riego regular pero moderado, evitando el encharcamiento y el secado del suelo. Puedes regar cada dos o tres días en verano y cada cinco o seis días en invierno, dependiendo del clima y el tipo de suelo. También es conveniente abonar el chile serrano cada dos semanas con un fertilizante orgánico rico en nitrógeno, fósforo y potasio, para favorecer el crecimiento y la producción de frutos.

Paso 5: Controla las plagas y enfermedades

El chile serrano puede ser atacado por plagas como los pulgones, los ácaros, las moscas blancas o los trips, que se alimentan de la savia de las hojas y los frutos. Para prevenirlos, puedes aplicar insecticidas naturales como el jabón potásico, el aceite de neem o el extracto de ajo. También puedes usar plantas repelentes como el ajo, la cebolla o la albahaca.

Las enfermedades más comunes del chile serrano son las causadas por hongos, como el mildiu, la antracnosis o la pudrición del tallo. Para evitarlas, debes mantener una buena ventilación y drenaje del suelo, evitar el exceso de humedad y retirar las hojas y frutos enfermos. También puedes usar fungicidas naturales como el bicarbonato sódico o el extracto de cola de caballo.