Life Hacks
Aprende a cultivar ajo paso a paso: descubre todo acerca del proceso y ahorra mucho dinero
Aprende a cultivar ajo, una de las plantas aromática más utilizadas en la cocina tradicional y en diferentes partes del mundo. Obtén tus propios ajos en casa paso a paso.El ajo es una planta aromática que se utiliza mucho en la cocina, pero también tiene propiedades medicinales y beneficios para la salud. Además, es muy fácil de cultivar en casa, ya sea en macetas o en el suelo. Descubre cómo cultivar ajos en casa paso a paso.
Lo primero que necesitas son los dientes de ajo que vas a plantar. Puedes comprarlos en una tienda especializada o usar los que tienes en casa, siempre que estén sanos y firmes. Lo ideal es elegir ajos de variedades locales, que se adapten mejor al clima y al suelo de tu zona.
El mejor momento para plantar los ajos es en otoño o invierno, dependiendo de la temperatura de tu región. Los ajos necesitan un período de frío para desarrollarse bien, así que evita plantarlos en primavera o verano. Elige un lugar con buena exposición al sol y un suelo bien drenado y fértil. Si vas a plantarlos en macetas, asegúrate de que tengan suficiente profundidad y agujeros en el fondo para el drenaje.
Para plantar los ajos, separa los dientes de la cabeza y deja la piel que los recubre. Haz unos agujeros en el suelo o en la maceta de unos 5 cm de profundidad y 10 cm de distancia entre ellos. Introduce un diente de ajo en cada agujero con la punta hacia arriba y cubre con tierra. Riega ligeramente y mantén el sustrato húmedo pero no encharcado.
Los ajos tardan unos 8 o 9 meses en madurar, así que tendrás que tener paciencia. Durante el crecimiento, puedes abonarlos cada mes con un abono orgánico, como el compost o el estiércol. También puedes eliminar las malas hierbas que puedan competir con ellos por los nutrientes y el espacio.
Cuando veas que las hojas empiezan a secarse y a caer, es señal de que los ajos están listos para cosechar. Para hacerlo, tira suavemente de las hojas o usa una pala para sacarlos del suelo con cuidado. Luego, déjalos secar al sol durante unos días hasta que la piel se endurezca. Después, puedes guardarlos en un lugar fresco, seco y oscuro, o trenzarlos y colgarlos.