3 hábitos de salud mental para superar cualquier adversidad

La salud mental repercute directamente en cada una de las acciones que transitamos en nuestro día a día. Lo cierto es que una cualidad que nos ayuda a reponernos ante las adversidades es la resiliencia, un término que básicamente significa la capacidad de adaptarse a situaciones difíciles. 

Cuando se vive un momento de estrés o nos enfrentamos a un trauma o a una adversidad, se puede sentir emociones como la pena, la ira o el dolor, pero si conseguimos seguir hacia adelante, funcionando y continuando con la vida cotidiana, ahí se habla de personas resilientes, tanto a nivel físico como psicológico.

Lo primero que hay que entender es que la resiliencia no es algo que vaya en nuestro organismo, aunque sí que puede haber una tendencia genética a ser optimista ante las adversidades. También el entorno en el que crecemos nos hace ser más o menos resilientes. Este tipo de cualidad es algo que todos podemos desarrollar y practicar a lo largo de los años. De todas formas, estos son los 3 hábitos o patrones que puede seguir una persona para practicar la resiliencia:

1. Conocer nuestros puntos fuertes y débiles es clave para afrontar con decisión los retos que nos pone la vida continuamente, ya sea a nivel personal, familiar o profesional. Las personas resilientes saben usar a su favor esas potencialidades y debilidades. Conocer además nuestros límites nos hará no crearnos falsas expectativas. 
2. Desarrollar la capacidad de aprendizaje. Dicen que de todo se aprende, pero a veces nos cuesta ver el lado bueno de una situación cuando nos hace daño o estamos sufriendo. Asumir un fracaso o una adversidad y saber encontrar algo que nos haga aprender o crecer para no volver a sufrir, es muy importante. Transformar una experiencia dura o difícil en algo bonito o al menos aprender de ese fracaso o golpe de la vida, nos llevará a vivir más felices.
3. Controlar las emociones ante situaciones que se nos escapan y que es imposible que podamos controlar, por lo que es muy importante mantener a raya el estrés o las tensiones que aparecen en el día a día.