Tecnología
El ventilador de techo es cosa del pasado: este es el innovador sistema que lo reemplaza
Los tradicionales ventiladores de techo han sido durante décadas nuestros aliados en la lucha contra el calor.Se avecina el calor y los ventiladores son una de las máximas figuras del momento. Existen distintos tipos: de pared, de pie y hasta de techo. Pero este último modelo está siendo reemplazado gracias a los avances de la tecnología. Los científicos han encontrado un nuevo sistema que es más solvente, más efectivo y ahorra mucho más espacio dentro del hogar de las personas. Aquí te podrás enterar de qué se trata.
Los tradicionales ventiladores de techo han sido durante décadas nuestros aliados en la lucha contra el calor. Sin embargo, esta tecnología, aunque efectiva, presenta limitaciones en cuanto a distribución del aire y confort. En la búsqueda de soluciones más eficientes y agradables, surge un un sistema innovador alternativo: los techos radiantes. Y la verdad es que viene ganando terreno en el mercado.
Los techos radiantes
Este sistema revolucionario emplea paneles instalados en el techo que emiten frío hacia abajo, enfriando las superficies de la habitación en lugar de alterar directamente la temperatura del aire. Esta modalidad de enfriamiento ofrece una distribución uniforme de la temperatura, creando un ambiente fresco y confortable sin las molestas corrientes de aire asociadas a los ventiladores. Además de ser más silenciosos, los techos radiantes eliminan la sensación de frío o calor localizada.

Otra ventaja significativa de esta tecnología por sobre el ventilador de techo es su discreción. Al estar integrados en el techo, los paneles radiantes no ocupan espacio adicional y se mimetizan con el diseño de la habitación. Esto los convierte en una opción ideal para quienes buscan mantener un ambiente minimalista y ordenado. Asimismo, su instalación no requiere grandes obras, lo que facilita su implementación en viviendas ya construidas.

Más allá del confort y la estética, los techos radiantes ofrecen beneficios a largo plazo. Al enfriar las superficies en lugar del aire, reducen la necesidad de deshumidificar, lo que se traduce en un menor consumo energético. Además, su funcionamiento suave y constante ayuda a reducir la carga sobre las redes eléctricas, especialmente durante los picos de consumo en épocas de calor extremo y el ventilador de techo no alcanza.