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Toma nota de los 3 colores que levantan el ánimo de las personas, según una psicóloga especializada
La elección de los colores de nuestra ropa no es una decisión trivial.¿Cómo ayudar a una persona a estar más feliz? Cualquier persona podrá decir que será dialogando con ella, haciendo planes recreativos, distrayéndola de sus problemas cotidianos. Pero desde la psicología aportan otras ideas mucho más simples y menos directas para mejorar el ánimo de las personas. Por ejemplo, la utilización de ciertos colores al momento de vestirse para salir a la calle.
La elección de los colores de nuestra ropa no es una decisión trivial. Los colores cálidos, como el rojo, el naranja y el amarillo, tienen el poder de influir en nuestras emociones y en nuestra percepción de nosotros mismos. Según la psicología, al incorporar estos tonos a nuestro vestuario, podemos experimentar un aumento en nuestra energía, nuestra autoestima y nuestro bienestar general. Es decir, levantan el ánimo de las personas.
Los colores en la ropa, según la psicología
La elección de la ropa va más allá de la estética. Los colores que vestimos tienen un impacto significativo en nuestra percepción y en la de los demás. Según Ana Sierra, psicóloga especializada en meditación, la psicología del color revela cómo ciertos tonos pueden influir en nuestras emociones y en nuestra autoestima. Por eso son datos que hay que tener en cuenta cuando abrimos el ropero.
Según la psicología, los colores cálidos, como el rojo, el naranja y el amarillo, destacan por su capacidad para activar nuestras emociones y generar energía. El rojo, asociado con la pasión y la energía, puede aumentar nuestra adrenalina y darnos una sensación de poder. El naranja, por su parte, combina la energía del rojo con la alegría del amarillo, generando entusiasmo y motivación. Y el amarillo, símbolo de la felicidad y la vitalidad, nos aporta una sensación de alegría y confianza, además de estimular nuestra creatividad.
Al incorporar estos colores a nuestro vestuario, podemos experimentar un aumento en nuestra autoestima y una mayor sensación de bienestar. El rojo puede ayudarnos a sentirnos más seguros y atractivos en situaciones sociales, mientras que el naranja puede impulsar nuestra motivación y productividad. El amarillo, por su parte, puede iluminar nuestros días y ayudarnos a mantener una actitud positiva, según determinó la psicología.