Plantas
Cada cuántos días debes regar tus orquídeas para que estallen de flores en otoño
Las orquídeas son plantas que se pueden cultivar tanto en interiores como en exteriores. Conoce cómo debe ser el riego de este ejemplar para que crezca adecuadamente y dé muchas flores.Las orquídeas son plantas que dan flores elegantes y coloridas para decorar los espacios de la casa. Si bien tienen la fama de delicados, lo cierto es que estos ejemplares no son complicados de mantener y cuidar. Estos seres vivos del reino vegetal son exóticos y muy resistentes. Pero hay que saber cómo es su riego y cada cuánto tiempo hacerlo.
¿Cada cuánto se riega una orquídea?
Según los especialistas de Fronda, la mejor forma de regar las plantas de orquídeas es a través de la inmersión y la frecuencia debe ser de 1 vez a la semana o cada 10 días. Pero el riego dependerá siempre del tipo de ejemplar, la humedad del ambiente y el clima en general.
Dicho de otro modo: las orquídeas se deben regar 1 vez a la semana en clima cálido y seco (verano), y cada 2 semanas en clima fresco o húmedo (invierno). Cabe mencionar que el sustrato se debe secar parcialmente antes del riego y este último debe efectuarse con agua a temperatura ambiente.
Hay que evitar que el agua se acumule en el centro de las hojas o en la base de la planta, ya que esta acción podría originar el desarrollo de enfermedades. Si se ahoga el ejemplar, las raíces se pudrirán y las orquídeas terminarán marchitándose.

¿Cómo cuidar las orquídeas para que no se mueran?
- Iluminación: necesita luz indirecta para poder crecer en óptimas condiciones y evitar el marchitamiento.
- Temperatura: lo ideal es que estén en un espacio con temperatura templada de entre 18°C y 24 °C.
- Humedad: los climas secos harán que las hojas se marchiten. Dado que la planta proviene de zonas tropicales, necesita un ambiente con un alto nivel de humedad.
- Cambio de maceta: si el ejemplar está en una maceta muy pequeña o con sustrato inadecuado, no crecerá adecuadamente. Por este motivo, hay que trasplantarla a un recipiente más espacioso y con un sustrato adecuado, cada 2 o 3 años.