Para tener en cuenta
3 frases que no deberías decirle a tus hijos si quieres que sean emocionalmente inteligentes
Evita usar un lenguaje tóxico y negativo, y céntrate en una crianza positiva para lograr que tus hijos sean emocionalmente inteligentes.La crianza de los hijos suele ser difícil en muchos momentos de la vida. Sin embargo, existen herramientas y estrategias que los padres pueden aprovechar para que sus hijos se sientan contenidos y generen una buena comunicación entre ellos. Si quieres lograr que tus hijos sean emocionalmente inteligentes, esto es lo que nunca deberías decirles.
Diferentes expertos aseguran que una buena comunicación hará que los niños se sientan más confiados, a diferencia de un lenguaje tóxico y negativo, que solo reduce su confianza y su motivación. Para evitar eso último, deberás centrarte en una crianza positiva, para la es necesario que evites decir 3 frases específicas. Omitiendo estos enunciados, conseguirás que tu hijo sea emocionalmente inteligente.
Frases que evitan que los niños sean emocionalmente inteligentes
¿Por qué no me escuchas?
Esta frase representa las creencias que los padres tienen sobre los hijos. Los niños necesitan autonomía y deben basarse en su propia identidad, y no en lo que creen deberían ser. Es importante una buena comunicación para reconocer que quiere el niño. Incluso puede cambiar esta pregunta y replanteártela a ti mimo, ¿He escuchado a mi hijo?
¿Por qué no puedes/quieres hacer esto?
Muchas veces los niños presentan dificultades en algunas tareas, que no están relacionadas a la motivación, sino que a las capacidades del menor. Lo que se debe hacer en este caso, es buscar algo que lo motivo y preguntarle por qué le gusta. Si tu quieres que tu hijo lea un libro, pero se interesa más por ver videos, busca conectar con el y decirle “te gusta mucho ver videos, y me encantaría saber por qué. ¿Lo compartirías conmigo?”
¡Estás siendo muy irrespetuoso!
Muchas veces los padres pierden la paciencia y emiten frases que no favorecen a la inteligencia emocional del niño. Lo primero que debes hacer es controlar tus emociones antes de dirigirte a tu hijo. Para ello puedes hacer preguntas específicas, sin prejuicios, y luego afirmar explícitamente su voluntad de escuchar. Si hijo no ha terminado los deberes, tú le recriminas y él pone nervioso y alza la voz; en lugar de decirle que está siendo irrespetuoso, puedes decirle: “estoy viendo que no has terminado de hacer los deberes. ¿Estarías dispuesto a hablar de ello? Sólo quiero conocer tu experiencia y saber si puedo ayudarte”.
Estas 3 frases son las que no deberías decirles a tus hijos si quieres que sean emocionalmente inteligentes. De acuerdo con los expertos es fundamental mantener una buena comunicación y replantearse las cosas antes de decírselas a los menores.