Esta es la oración que debes repetir para alejar a los enemigos de tu vida

Hay que saber a que santo hay que dedicarle el rezo acorde a la situación. Muchas veces la vida entra en momentos difíciles, complejos o cruciales que son complicados para saber atravesarlos en forma correcta. Por eso es que muchas personas optan por una oración para tener una ayudita extra en estos momentos. Y en caso de una situación difícil con los que desean el mal, es San Alejo quien debe interceder.

San Alejo es el santo que está dedicado especialmente para alejar a los enemigos de tu vida. Pero no solamente es clave saber la forma correcta en dedicarle la oración a este ser espiritual de la Iglesia Católica, sino también que es fundamental conocer al menos brevemente la historia de él para poder enfocarse de forma correcta. En esta nota podrás enterarte de la historia del santo y la forma correcta en que podrás dedicarle una oración.

La poderosa oración para evitar enemigos

A San Alejo puedes pedirle que aleje a las personas de tu entorno que te hacen o te desean el mal si es que estás pasando un momento complicado. Una simple oración dedicada a este santo es bastante común entre los fieles que se sienten rodeados de malas compañías, de enemigos o en situaciones muy difíciles de afrontar. En ese sentido, ayudará a esquivarlos de una forma u otra.

San Alejo fue un mendigo que vivió a principios del siglo V en una ciudad de Siria, donde se lo veneraba casi como si fuera un santo. Después de su muerte, al escribirse su biografía fue nombrado, simplemente, como “el hombre de Dios”. También después de su muerte comenzó a obrar distintos milagros, lo que acrecentó su fama y su culto. Aún hoy, en algunas regiones de Oriente, se le rinde culto como “el hombre de Dios”. Por eso es clave dedicarle una oración.

La oración para el santo debe ser encarada de la siguiente forma: "Amado y poderoso San Alejo, hoy vengo a pedirte que atiendas mis súplicas, pues ruego para obtener tu protección en todo momento. No permitas que las malas energías entren a mi vida ni a mi hogar. Tú humilde San Alejo, puedes reconocer si una persona tiene malas intenciones. Por eso, aunque mis vecinos se encuentren muy cerca, te pido que me protejas a mí y a los míos de su lengua imprudente y de sus actos insolentes".