Psicología
Cómo identificar a una persona malcriada, según la psicología
Seguro en más de una ocasión te has encontrado con una persona malcriada o has convivido con alguna. Descubre qué los delata.“Malcriar a un niño es lo peor que le puedes hacer a una criatura” esa era una frase común de mi mamá cuando veía a un niño hacer un berrinche en la calle o cuando veía que una mamá le compraba a su hijo todo lo que quería. Yo no entendía a qué se refería cuando era niña, claramente estaba más interesada en otras cosas.
Malcriar a un niño es una frase común, pero cuándo se cría a un hijo o se materna a un hermano o familiar es difícil identificar lo que esta significa. Sin embargo, la psicología tiene algunas respuestas de lo qué es y las implicaciones que puede conllevar para la vida adulta de esa personita.
3 señales que delatan a una persona malcriada, según la psicología
La frase "malcriar a tu hijo" se refiere a tener una mala crianza o mala educación con los niños, porque ellos no nacen siendo así, sino que es consecuencia del trato que tenemos con ellos durante sus primeros años.
De acuerdo con Psicología y Mente existen algunas actitudes que delatan a una persona malcriada y a los padres que malcrían. Te compartimos cuáles son los errores que se deben evitar y cómo pueden repercutir en la vida adulta.
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Hacer que tu hijo se el centro del universo.
Una cosa es ser un padre comprometido con la crianza de los niños y otra muy distinta es cumplir con todo que quieran. El portal experto en psicología señala que esto puede contribuir a que cuando sean adultos no tengan en consideración el bienestar y necesidades de los demás, fomentando una actitud egocéntrica.
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No poner límites a tu hijo.
Los límites son importantes para enseñarles a los más pequeños valores como el respeto y la paciencia. De acuerdo con la Dra. Denitrea Vaughan “cuando las reglas y los límites no se establecieron o aplicaron lo suficiente en la infancia, un adulto podría tener dificultades con esto".
En la edad adulta les será difícil seguir un régimen o normas que conlleva la vida adulta.
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Ceder antes los berrinches.
Nadie quiere ver a un niño llorando, eso es un hecho, pero ceder ante un berrinche puede reforzar conductas negativas. El Dr. Klosk comparte que "Esta forma de ser impacta en las relaciones y puede llevar a ser demasiado exigente y controlador".
A la larga los niños crecen sin saber gestionar los conflictos y emociones, por lo que cuando sean adultos tendrán falta de empatía para tratar los problemas de los demás y serán incapaces de tener una comunicación asertiva porque no tienen inteligencia emocional.