Descanso

Ni ocho ni nueve; cuántas horas debes dormir , según la ciencia

Los hábitos de sueño pueden no ser los mismos para todas las personas si quieren mantenerse saludables.
jueves, 26 de diciembre de 2024 · 18:20

Dormir entre 8 y 9 horas al día es una recomendación ampliamente conocida, pero para muchas personas resulta difícil de alcanzar debido a las exigencias del día a día. Sin embargo, dormir menos de este tiempo no siempre es sinónimo de problemas de salud. Aunque la falta de sueño puede ocasionar consecuencias graves como pérdida de memoria, enfermedades cardíacas y debilitamiento del sistema inmunológico, los avances científicos han demostrado que la cantidad óptima de sueño puede variar según la genética de cada individuo.

Existen personas conocidas como "durmientes de sueños cortos naturales", cuya genética les permite mantenerse saludables y llenos de energía durmiendo solo cuatro, cinco o seis horas por noche. Para estas personas, dormir menos no implica un mayor riesgo de enfermedades ni afecta su bienestar general. Esto sugiere que los hábitos de sueño no deberían considerarse un estándar uniforme, ya que no todos los organismos responden de la misma manera.

La explicación detrás de este fenómeno se encuentra en mutaciones genéticas específicas. Por ejemplo, una variación en el gen DEC2, encargado de regular la producción de orexina, una hormona que promueve la vigilia, permite a estas personas mantenerse alertas con menos horas de sueño. Además, otras mutaciones, como en los genes ADRB1 y NPSR1, están relacionadas con la regulación del ciclo sueño-vigilia y parecen proteger contra los efectos negativos de la privación de sueño, como la disminución de la memoria.

De hecho, estudios realizados en ratones genéticamente modificados con estas mutaciones han revelado que, a pesar de dormir menos, su rendimiento cognitivo se mantenía estable. Estos hallazgos abren nuevas perspectivas sobre la relación entre el sueño y la salud, aunque es evidente que se necesitan más investigaciones para comprender completamente cómo estas mutaciones afectan al organismo a largo plazo.

Además de dormir menos, los durmientes de sueños cortos naturales tienden a compartir características positivas como altos niveles de energía, resiliencia al estrés y un enfoque optimista hacia la vida. Incluso se ha sugerido que podrían tener una mayor esperanza de vida debido a la eficiencia de sus procesos metabólicos. Esto incluye una mejor eliminación de proteínas tóxicas, lo que podría protegerlos contra enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

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