Ni en el refrigerador ni en la frutera, dónde guardar los limones para que no se pudran

El limón es uno de los cítricos que siempre hay que tener en casa. Este alimento es uno de los más nutritivos, ya que contiene cantidades significativas de vitamina C, minerales, fibra y antioxidantes. Su uso desde tiempos remotos se ha aplicado a la gastronomía, la coctelería y hasta en la medicina natural.

Si bien es un fruto que puede durar varios días y no echarse a perder de manera rápida, el limón puede secarse o humedecerse con el tiempo y los hábitos no adecuados de conservación. En el primer caso se pierde su jugosidad y pulpa. En el segundo se corre el riesgo de promover la formación de moho. Por este último aspecto es que no se recomienda guardar los limones en el refrigerador.

¿Por qué no es recomendable conservar los limones en el refrigerador?

Un almacenamiento inadecuado de los limones puede terminar afectando su textura, frescura, pulpa y jugosidad. Si bien muchas personas almacenan este tipo de fruta en la nevera, lo cierto es que el frío puede acelerar el proceso de pudrición. Esto se debe a la humedad que puede alojar el artefacto.

Lo que muchos no saben es que otro error de conservación de los limones, se comete cuando se guardan en bolsas plásticas. En este caso, la formación moho acelera su descomposición. Esto se debe a que este tipo de material limita la circulación de aire.

¿Cómo conservar limones fuera de la nevera?

Para conservar los limones sin que se sequen o se humedezcan, lo ideal es mantenerlos a temperatura ambiente. La mejor opción es colocarlos en un recipiente ventilado. Este puede ser un cesto de mimbre, por ejemplo. Además, se deben depositar en un área fresca y sombreada. De esta manera, se evita la acumulación de humedad y se preserva la frescura y propiedades del fruto.

En el caso de que los limones estén un poco secos, se pueden conservar por más tiempo si se sumergen en un recipiente con agua fría. Luego hay que cambiar el líquido cada 2 o 3 días para mantenerlos hidratados y frescos. Este método puede prolongar la vida útil de los frutos por varios días.