Así puedes cultivar la esperanza y traer felicidad a tu vida

A menudo el mundo puede parecer desconcertante, si a ello se le suma el panorama en que vivimos, en el que las guerras no cesan, existen recesiones económicas y el calentamiento global avanza, ser felices parece ser algo poco acorde al contexto actual.

Sin embargo, la Asociación Americana de Psicólogos (APA por sus siglas en inglés) señala que, frente al caos que parece dominar al mundo, la esperanza puede ser el antídoto perfecto para poder ser felices en medio de tanta incertidumbre.

Para ello es necesario tener claro qué es la esperanza y qué no lo es. De acuerdo con Thelma Bryant, directora de la institución americana, “La esperanza no es una negación de lo que es, sino la creencia de que la situación actual no es todo lo que puede ser”.

¿Qué es la esperanza?

La esperanza fue definida por el psicólogo Rick Snyder como “la capacidad percibida de derivar caminos hacia las metas deseadas y motivarse a través del pensamiento de agencia para utilizar esos caminos”, lo que quiere decir que a diferencia del deseo o el optimismo, esta busca tomar acción para llegar a nuestras metas o algo mejor.

¿Cómo cultivar la esperanza y ser más feliz?

Si te estás preguntando cómo tener más esperanza y cómo esto puede ayudar para ser personas más felices, aquí te compartimos algunos consejos de la American Pshycological Association, pues expertos llevaron a cabo un estudio en pacientes con depresión, quienes después de llevar a cabo una serie de claves mejoraron su salud mental y autoestima.

Define tus metas y divídelas en objetivos más pequeños. Al momento de establecerte metas opta por hacerlas específicas y concretas. Por ejemplo, si estás pensando en perder peso, puedes establecer perder cierta cantidad de kilos a largo plazo, pero puedes fijarte objetivos más pequeños como reducir 1 o 2 kilos en un mes.

Rodéate de gente con esperanza. Las personas a tu alrededor también impactan en la forma en que te sientes, por lo que es mejor estar rodeados de personas esperanzadas, pues ellos pueden motivarte a alcanzar tus metas.  

Sé flexible. Si las metas que te has fijado no salen cómo deseas con las decisiones que has tomado, no tires la toalla, solo cambia el enfoque y la forma en que buscas cumplir con ellas.

Haz memoria. A pesar de que la esperanza tiene que ver con el futuro, puedes impulsarte para avanzar recordando aquellas veces en que te llevó a cumplir lo que deseabas.

Celebra las victorias. A veces se infravaloran las victorias, sin embargo, por muy pequeño que haya sido tu avance en alguna de tus metas, celebralo, pues es un paso más que has dado hacia aquello que deseas y de esta manera respaldas la esperanza hacia el futuro.

Con la práctica de estas claves en tu vida verás que tener esperanza puede hacer que la felicidad inunde tu vida.