Dile adiós a la mala suerte con este poderoso ritual con tierra negra y azúcar

La suerte es definida como el resultado positivo o negativo de un suceso problema  y siempre suele decirse que hay personas que tienen mejor suerte que otras, por lo que le suceden cosas mucho mejores que a los demás y es por eso que aseguran que tienen mala suerte. De acuerdo a los expertos en Feng Shui, hay varios motivos que llevan a que una persona tenga mala suerte y por eso, hay un ritual que puede hacerse para eliminar las malas vibras y energías.

Los expertos aseguran que si una persona dice tener mala suerte, puede conducir a problemas mayores tales como la depresión u otras conductas. Y es que esto puede tratarse solamente de alguna mala racha, como lo pueden ser malos días en el trabajo, una pelea con una pareja. Por eso, el Feng Shui es tan importante y es que antiguo sistema filosófico taoísta busca la armonía y la tranquilidad de los espacios.

El Feng Shui, en todo momento, está buscando la armonía y la tranquilidad de los ambientes, liberando cualquier energía negativa que pueda llegar a alterar el funcionamiento. Por eso, es  que en todo momento aconseja cómo hay que decorar un ambiente como lo es la utilización de plantas de interior o de elementos que te ayudarán a atraer la riqueza.

En esta ocasión, el Feng Shui tiene el método perfecto para eliminar la mala suerte y poder atraer las buenas vibras y se basa en la realización de un ritual en base a la tierra negra y azúcar, que te permitirá limpiar las malas energías. Como la tierra es la madre de todos es por eso que, hay que usar este rito ancestral. Según un gurí en espiritualidad, “la tierra no es una mercancía, es sabia y más inteligente que nosotros”.

La tierra negra te permitirá liberar las malas energías y para eso, necesitas de tierra negra, azúcar, agua bendita, un recipiente pequeño y una vela blanca. Para poder realizar este ritual, debes hallar un lugar tranquilo, colocar los materiales en una superficie; realizar una meditación y visualizar una luz blanca; construir el símbolo y agregar en un recipiente la capa de tierra, esparcir el azúcar; rociar con agua bendita y encender la vela al lado del recipiente.