Cuál es la fruta que te ayuda a bajar los niveles de ácido úrico

En un contexto donde una de cada cinco personas presenta niveles elevados de ácido úrico, se vuelve crucial adoptar una dieta equilibrada para mantener a raya esta condición silenciosa pero significativa.

Un estudio exhaustivo demuestra que la elección de alimentos ricos en purinas puede desencadenar el aumento de los niveles de ácido úrico, desencadenando molestias articulares y posiblemente artritis.

El ácido úrico, producto de la descomposición de las purinas presentes en ciertos alimentos y bebidas, puede tornarse un problema de salud si no se elimina eficazmente del organismo. Los especialistas advierten que la hiperuricemia, es decir, niveles elevados de ácido úrico en la sangre, puede desencadenar diversas complicaciones.

Impacto de las frutas en el equilibrio del ácido úrico

• Manzanas: con sus altos niveles de antioxidantes, las manzanas contribuyen a neutralizar sustancias dañinas, incluyendo las toxinas asociadas al ácido úrico. Se recomienda su consumo diario para favorecer la salud general.
• Fresas: rica en vitamina C, esta fruta ayuda a eliminar purinas de la sangre, evitando posibles obstrucciones en los vasos sanguíneos. Se aconseja optar por fresas menos maduras, ya que contienen menos glucosa.
• Cerezas: según la Clínica Mayo, las cerezas pueden reducir la incidencia de ataques de gota al actuar como agente antiinflamatorio en el sistema circulatorio.

• Cítricos: la variedad de cítricos como naranjas, limones y toronjas, poseen propiedades diuréticas que favorecen la eliminación de toxinas del cuerpo. Se sugiere su consumo en jugos, agua o crudos.

Estas recomendaciones, respaldadas por Medical News Today, proponen medidas naturales para reducir los niveles de ácido úrico de manera efectiva. Desde evitar medicamentos que favorecen su aumento hasta incluir semillas de chía en la dieta, cada paso cuenta para mantener un equilibrio saludable.

Inculcar hábitos como mantener un peso adecuado y limitar alimentos ricos en purina, junto con la consulta médica regular, son esenciales para prevenir complicaciones derivadas de niveles elevados de ácido úrico.