Tips de limpieza
Cómo eliminar el moho entre los azulejos de las baldosas con solo 1 ingrediente
Si quieres dejar las paredes relucientes deberías probar con este increíble truco.La limpieza del hogar es una de las tareas fundamentales y si bien no se hace todos los días, lo aconsejable es hacerlo al menos unas dos o tres veces por semana, para evitar la aparición de bacterias, suciedad en nuestro hogar y que puede provocar alguna enfermedad. Uno de los sitios en donde se acumula moho a raíz de la humedad es en los azulejos de las baldosas, que por lo general se encuentran en el baño y si quieres eliminarlo, te dejamos el método con 1 ingrediente que tiene resultados efectivos.
Los azulejos presentan varias formas, tamaños y dibujos que pueden ir tanto en el baño como en la cocina; pero así como tiene una buena atracción estética, presenta algunas desventajas. Es que estos lugares es muy común que se acumulen bacterias de todo tipo y debido a los vapores, se generará moho que llevará a que pierdan su color característico y sea difícil eliminar la humedad y el moho.
Cuando el vapor del agua se condensa, aparecerá sobre los espejos, los azulejos, el inodoro, la mampara, el bidet y el resto de los objetos; lo que puede causar alguna reacción alérgica en las personas. Si bien se pueden utilizar productos químicos, son muy tóxicos y cualquier contacto con éstos, podemos estar en un problema; por lo que debes estar atento a 1 ingrediente de cocina.
Para poder eliminar el moho de los azulejos, debes tener en cuenta un 1 ingrediente que será clave para dejar las paredes relucientes. Estamos hablando del bicarbonato de sodio que tienes que mezclar con agua y jabón para lavaplatos. Luego, tienes que revolver hasta que se integren por completo y aplicarlo sobre las zonas afectadas por el moho; para frotarlas con un cepillo y luego pasar un paño para quitar algún resto de suciedad.
Otro de los consejos para no tener moho en los azulejos es tener una buena ventilación en el hogar para que no se acumule la humedad en el lugar. En caso de que no te funcione el método anterior, puedes mezclar agua con amoníaco y la aplicación es similar a la anterior, donde tendrás que tener un cepillo y guantes para frotar sobre la superficie.