Jardín de flores
Cómo convertir tu jardín en un paseo de colibríes para que estas hermosas aves te visiten todos los días
El secreto para atraer a estas diminutas aves consiste en cultivar unas plantas aromáticas.Cada hogar en el mundo es diferente en varios aspectos, pero al contar con un espacio verde como un jardín, es importante asumir otras tareas que fortalezcan su aspecto. Es decir, además de cultivar flores y regarlas, se pueden aplicar otras labores relacionadas a la protección de animales inofensivos. Tal es el caso del colibrí, el cual puede otorgar un toque más decorativo a este espacio, gracias a una estrategia amigable.
El colibrí es considerado una de las aves más bellas de la naturaleza, debido a sus colores radiantes y su vuelo rápido. Sin embargo, al contar con una alimentación basada en el néctar de las flores, estos seres se ven obligados a encontrar ejemplares que logren saciar su apetito voraz. A través de esta necesidad, lo que haremos es cultivar en el jardín algunas de sus plantas favoritas.
Lavanda:
Para iniciar, las flores de lavanda es la opción más interesante si se trata de atraer la presencia del colibrí al jardín. La razón de su efectividad, se encuentra en su aroma agradable para estos seres que, además, se sienten atraídos por su color violeta radiante. Como si fuera poco, se trata de un espécimen vegetal que no requiere de muchos cuidados de jardinería.
Salvia:
Sobre la segunda opción, las flores de salvia es otra recomendación novedosa para incluir en el jardín. Gracias a su forma tubular y sus colores radiantes, sirven como atractivos para cualquier colibrí que logre observarlos a distancia. Para cultivarlas, es necesario saber que estas florecen durante las estaciones del verano y la primavera, además logra adaptarse a cualquier clima y tipo de suelo.
Rosas:
En la última recomendación, hablamos sobre una de las flores más populares de la jardinería, las rosas. La misma destaca por sus colores llamativos, como el rojo y el rosa, lo cual atrae al colibrí tanto por su aroma como la cantidad de néctar almacenado para su alimentación diaria. Su presencia en el jardín es posible durante las estaciones de verano y primavera.