Psicología de parejas
Qué es “el síndrome Rebecca” y cómo saber si estás siendo víctima de ello, según la psicología
Toma nota de este fenómeno que es cada vez más común en las relaciones de pareja.La psicología es una actividad íntegramente relacionada con el cuidado de la salud mental. Por esta razón, tiene como objetivo principal abordar los problemas que ocasionan molestias a las personas desde un plano emocional y del pasado. Sin embargo, algunos fenómenos psicológicos se presentan de forma inusual, como es el caso del llamado síndrome Rebecca.
En comparación a otros años, la psicología y la salud mental gozan de mayor visibilidad en la sociedad, al brindar un espacio de soluciones a problemas abstractos. Es decir, existen ciertas acciones y trastornos que, a largo plazo, generan un impacto negativo en la personalidad al igual que la interacción con otras personas. De esta forma, es aquí donde entra el síndrome Rebecca en las relaciones de pareja.
¿De qué trata el síndrome Rebecca?
La formación de vínculos amorosos entre dos personas, es un ejemplo interesante de la convivencia humana. Sin embargo, esto no quiere decir que experimenten problemas que afecten su estabilidad, lo cual requiere de soluciones preventivas a través de la psicología. Un claro ejemplo de esto, se registra con el síndrome Rebecca que trae consecuencias negativas para el cuidado de la salud mental de ambas partes.
De lleno con la explicación, se denomina como síndrome Rebecca a un problema inspirado a un personaje ficticio del cineasta Alfred Hitchcock. En el film del mismo nombre, estrenado en 1940, conocemos a una mujer que poco a poco pierde su autoestima e incrementa sus celos por culpa de los sirvientes que la comparan constantemente con la esposa difunta de su actual marido. A partir de esta premisa, es donde se funda un fenómeno ligado a la psicología de las parejas y el estado de su salud mental.
Pasando en limpio, según la psicología, el síndrome Rebecca remite a los celos que tiene una persona hacia la ex de su pareja actual. Como tal, esto se produce mayormente en las relaciones de pareja, con acciones complacientes o una falta de seguridad que desencadena conflictos en las interacciones habituales. Por esta razón, es importante aprender a identificarlo para evitar consecuencias negativas en la salud mental, como una baja autoestima, comparaciones constantes y la incapacidad para superar viejas relaciones.