Cómo preparar un licuado colmado de fibras ideal para eliminar las arrugas y tener piel de porcelana

Mantener una buena alimentación y aprovechar los nutrientes de los ingredientes es esencial para mantenerte en un estado óptimo de salud y eso harpa que se refleje en tu apariencia física. 

Una manera de hacerlo es preparando batidos o licuados con los que podrás mejorar el rendimiento del cuerpo. Uno de ellos es el batido de durazno, avena y jengibre que está repleto de vitaminas, fibra y antioxidantes. Te contamos más a continuación. 

Uno de los ingredientes estrella de este licuado es el durazno, el cual es una excelente fuente de vitamina C, la avena es rica en fibra, y el jengibre está lleno de antioxidantes. 

El durazno es una fruta repleta de antioxidantes, como la vitamina C, que ayudan a combatir los radicales libres y a mantener la piel en buen estado. Además, su contenido en fibra dietética mejora la digestión y puede favorecer la salud cardiovascular al reducir los niveles de colesterol.

Al combinar el durazno con avena y jengibre se convierte en una combinación nutritiva que beneficia de forma significativa a la salud debido a que la avena es reconocida por ser una excelente fuente de fibra soluble, lo que ayuda a reducir los niveles de colesterol en la sangre.

Por su parte el jengibre es conocido por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Este es eficaz para aliviar las náuseas y mejorar la salud cardiovascular al promover una mejor circulación sanguínea.

A continuación, te compartimos la receta para preparar un licuado de durazno, avena y jengibre:

Ingredientes

• 2 duraznos maduros 
• 1/4 taza de avena
• 1 pedazo pequeño de jengibre fresco, pelado y rallado
• 1 taza de leche (puede ser de vaca, almendra, avena o cualquier otra a tu elección)
• 1 cucharadita de miel o algún edulcorante (opcional)
• 1/2 taza de hielo (opcional)
• 1 pizca de canela (opcional para decorar)

Preparación

Lava bien los duraznos, quita el hueso y córtalos en trozos. Pela y ralla el jengibre fresco.

Remoja la avena en la leche durante unos 10 a 15 minutos antes de preparar el licuado. Esto hará que la avena esté más suave y se mezcle mejor.

Coloca en la licuadora los trozos de durazno, la avena, el jengibre rallado, la leche y, si lo deseas, la miel o el edulcorante y el hielo.

Licua todos los ingredientes hasta obtener una consistencia suave y homogénea. Si está muy espeso, puedes agregar un poco más de leche