Psicología
Cuáles son las 3 reglas que las personas con inteligencia emocional aplican con las personas
La inteligencia emocional transforma las conversaciones y fortalece las relaciones a través del interés genuino.Conversar y generar una buena conexión con los demás puede parecer algo sencillo y natural para algunas personas, mientras que para otras, mantener una charla fluida con alguien fuera de su círculo íntimo puede ser todo un desafío, lleno de silencios incómodos. La diferencia entre estos dos tipos de personas radica en la inteligencia emocional, la capacidad de comprender, utilizar y gestionar las propias emociones de manera positiva.
De acuerdo con la Dra. Jenny Woo, investigadora formada en Harvard, la inteligencia emocional es un factor clave que distingue a quienes pueden mantener conversaciones enriquecedoras y conectar profundamente con otros. Woo ha dedicado gran parte de su carrera a explorar cómo nos comunicamos y identificó tres comportamientos que las personas con alta inteligencia emocional siempre exhiben cuando interactúan con los demás.
Estas son las tres reglas que pueden transformar la manera en que relacionas con las personas
1. Mostrar interés genuino
Las personas emocionalmente inteligentes sobresalen por su capacidad para hacer preguntas que demuestran un interés auténtico en sus interlocutores. Al inicio de una conversación, suelen hacer preguntas abiertas como “¿Qué piensas sobre…?” o “¿Qué opinas de…?” que les permiten conocer mejor a la otra persona, indagando en sus experiencias, pensamientos y sentimientos.
2. Adaptarse al tono y lenguaje corporal
Otra característica esencial de las personas con alta inteligencia emocional es su capacidad para adaptar sutilmente su comportamiento, tono de voz y lenguaje corporal al de su interlocutor. Esta habilidad de lectura de señales sociales permite que, al conversar, parezcan cercanos y familiares, incluso si acaban de conocer a la otra persona.
3. Compartir errores y fracasos
Las personas con elevada inteligencia emocional no temen mostrar sus vulnerabilidades. Comparten abiertamente sus errores y fracasos, viendo estas experiencias no como debilidades, sino como oportunidades para construir relaciones más auténticas y profundas.
Esta transparencia y seguridad en sí mismos les permiten aprender de sus errores y no sentirse definidos por ellos. Al observar las reacciones de sus interlocutores, identifican formas de conectar mejor y convertir lo negativo en puntos de unión. De este modo, fomentan un ambiente de confianza donde todos pueden compartir, aprender y crecer juntos.