Jardinería
Trucazo de jardinería para que tu lavanda no se seque y se mantenga intacta por más tiempo
Descubre el método infalible para mantener tu lavanda saludable y evitar que se seque.La lavanda, reconocida por su fragancia y color vibrante, es una planta aromática muy popular en jardines. Aunque es conocida por ser fácil de cuidar, un descuido puede hacer que esta planta se seque. A continuación, te revelamos el método clave que los expertos en jardinería utilizan para mantenerla en perfectas condiciones.
Si notas que tu lavanda empieza a mostrar signos de deshidratación, con hojas secas en la parte inferior, es probable que el problema radique en la poda, o más bien, en la falta de ella. La poda regular es crucial para el desarrollo saludable de la planta, estimulando el crecimiento de nuevas ramas y flores. Sin una poda adecuada, la lavanda puede volverse leñosa y perder vitalidad, aumentando el riesgo de secarse.
Para asegurar una poda efectiva, lo ideal es realizarla a comienzos de la primavera, justo antes de que la planta inicie su ciclo de floración. Esto no solo favorece la producción de flores, sino que también permite eliminar partes leñosas o dañadas. Además, una ligera poda después de la floración en verano ayuda a mantener la planta densa y saludable. Sin embargo, es importante no cortar demasiado profundo para evitar dañar el tejido leñoso, ya que la lavanda no brota bien desde la madera vieja.
Factores adicionales que pueden secar tu lavanda
- Riego excesivo: aunque la lavanda tolera bien la sequía, un riego excesivo puede provocar la pudrición de las raíces y, en consecuencia, la muerte de la planta. Es crucial asegurarse de que el suelo esté bien drenado y permitir que se seque entre riegos.
- Falta de luz solar: la lavanda requiere al menos seis horas de luz solar directa al día. Si se cultiva en un lugar con poca luz, su crecimiento se debilita, lo que puede llevar a que se seque con el tiempo.
- Temperaturas extremas: aunque es una planta resistente, los cambios bruscos de temperatura o las heladas severas pueden dañarla.
- Plagas y enfermedades: si no se controlan a tiempo, las plagas, como los hongos, pueden debilitar y secar la lavanda.