¿Cuántas veces a la semana y cómo debes limpiar tu inodoro, según expertos de salud?

Llevar adelante la limpieza del hogar es fundamental para mantener alejados a todas las bacterias y restos de suciedad que podrían desencadenar enfermedades peligrosas. En algunos espacios no requieren de una atención prioritaria, pero aquellos que sí lo necesitan podrían albergar otras amenazas como plagas de insectos o roedores. Entre estos espacios se encuentra el inodoro, el cual debe limpiarse según la frecuencia de uso para cuidar de nuestra salud e higiene, según la ciencia.

Si bien muchos asocian que la limpieza sólo se realiza con fines higiénicos, también lo hacemos para instalar prácticas que mejoren  el ambiente de nuestra casa. En este caso, el inodoro es considerado como uno de los objetos más contaminados y sucios del baño. Para eliminar esto lo recomendable es realizar una limpieza correcta para cuidar de la salud del cuerpo, tal como se dictan en los siguientes aspectos:

Limpieza diaria: 

A la hora de hacer la limpieza en el inodoro, en esta primera opción se adecua a quienes lo usan con mucha frecuencia. Si bien parece un tanto excesivo, una higiene permanente y rápida es la recomendación ideal para frenar el desarrollo de olores desagradables y bacterias peligrosas para la salud. Para hacerlo posible, con sólo realizar una descarga de agua y limpiar el asiento de la taza con un trozo de papel higiénico es más que suficiente.

Limpieza semanal: 

Acerca de esta forma de limpieza, es ideal para el uso medio del inodoro del hogar. Por lo tanto, al final de cada semana se recomienda eliminar los restos de suciedad por varios minutos y asegurar el cuidado de nuestra higiene y salud personal. Para estos casos, lo ideal es utilizar un cepillo de dientes, agua y un producto especializado para remover toda la suciedad acumulada sobre el asiento y las zonas exteriores que son difíciles de llegar.

Limpieza mensual: 

En otra frecuencia de lavado para el inodoro, existe la limpieza mensual que se aplica en casos donde el uso es poco frecuente. Al final de cada mes, no sólo debemos incluir la taza para remover la suciedad acumulada, sino también otros lugares poco accesibles como la cisterna. Además de tomar esta medida para el cuidado de la salud e higiene, es oportuno revisar su estado y reemplazar algunas partes dañadas para evitar fugas o daños.