Cómo utilizar la cáscara de nuez para que tu Cuna de Moisés estalle de flores

Para los amantes de la jardinería, no existe una misión imposible si de cuidados de plantas se habla. Son muchos los géneros del reino vegetal que dan flores, pero muchos ejemplares necesitan mantenimiento específico para poder crecer rápidamente. Uno de ellos es el uso de fertilizantes.

Así es el caso de la Cuna de Moisés, planta que lleva el nombre científico Spathiphyllum wallisii o espatifilo y que también se denomina lirio de la paz. Este género es uno de los más utilizados en arreglos ornamentales en México. Sin embargo, muchas personas no saben que hacer florecer este ejemplar puede ser todo un desafío.

Frente a esta característica, existe una solución sencilla y natural para potenciar el crecimiento de la planta y sus flores: un fertilizante con cáscaras de nuez. Conoce la manera de preparar esta sustancia que puede impulsar de manera significativa el bienestar del ejemplar.

¿Qué hace el abono con cáscara de nuez?: beneficios de este fertilizante en las flores

Las cáscaras de nuez son una óptima fuente de nutrientes para las plantas, ya que contienen minerales como fósforo y potasio. Estas sustancias juegan un papel crucial en el desarrollo de las raíces y la producción de flores, y se traducen en compuestos que previenen enfermedades y plagas de insectos en estos seres vivos.

Pero otro de los beneficios de estas cáscaras que se pueden transformar en fertilizante es que son ricas en materia orgánica. Este aspecto contribuye a mejorar la estructura del suelo e incrementar su capacidad de retención de agua y aireación. 

¿Cómo preparar un fertilizante de cáscaras de nuez para echarle a la Cuna de Moisés?

Hacer este abono casero con cáscara de nuez es beneficioso para las plantas de interior como la Cuna de Moisés, ya que equilibra y nutre el suelo y/o sustrato. Preparar este este potenciador de crecimiento de flores es sencillo. Estos son los pasos a seguir:

1. Triturar las cáscaras de entre 10 y 15 nueces. Estas deben quedar lo más finas posible, ya que se liberarán mejor los nutrientes.
2. Colocar las cáscaras trituradas en un recipiente amplio con 2 litros de agua.
3. Remover bien las cáscaras para queden sumergidas.
4. Cubrir el recipiente y dejarlo reposar en un lugar fresco y oscuro durante al menos 7 días. Durante ese periodo de tiempo, se liberarán minerales y otros nutrientes que crearán el fertilizante casero.
5. Filtrar o colar la mezcla: de esta manera se separará el líquido de los residuos sólidos.
6. Colocar el fertilizante en un recipiente con atomizador
7. Aplicar en el suelo de la Cuna de Moisés, es decir, alrededor de la planta, con una frecuencia de 1 o 2 veces al mes.