Qué tipo de riego necesita mi planta de lavanda para que estalle de flores los 365 días del año

Una de las plantas aromáticas más fáciles de cultivar es la lavanda. Este ejemplar del jardín necesita determinados cuidados y mantenimiento para crecer de forma vigorosa y saludable. En este sentido, hay que seguir las mismas reglas que para la mayoría de las plantas, pero el riego es un factor crucial.

Conoce cuáles son las necesidades y requerimientos de la planta de lavanda para crecer. Apunta cuál es la frecuencia y cantidad de agua de riego que necesita el ejemplar para desarrollarse y potenciar su floración. Estos son los consejos de expertos en jardinería.

¿Cuáles son los cuidados que requiere la planta de lavanda?

Es una planta resistente y adaptable. Pero hay que brindarle un entorno adecuado para que potencie su floración.

• En maceta: los expertos recomiendan colocar la planta en un contenedor que tenga un diámetro de entre 30 y 40 centímetros. Esta medida favorecerá el óptimo crecimiento de sus raíces.
• Necesita muy buena aireación: hay que evitar colocar el ejemplar muy cerca de otras plantas. De esta manera, se garantiza su crecimiento sin restricciones y evita la competencia por los nutrientes y el espacio de las raíces
• En suelo: los expertos recomiendan colocar la planta en un sitio donde reciba al menos 6 horas diarias de luz del sol directa. La lavanda crece de manera saludable y vigorosa en suelos soleados y bien drenados.
• Evitar colocar el ejemplar en zonas cercanas a árboles u otras plantas de gran tamaño que puedan bloquear el suministro de luz solar.
• Puede crecer en terrenos áridos y rocosos. Por eso es una opción perfecta para jardines de bajo mantenimiento.

¿Cómo regar una planta de lavanda y cuánta cantidad de agua necesita?

El riego es uno de los aspectos cruciales del crecimiento de la lavanda. Si bien la planta resiste la sequía, lo cierto es que hay que tener en cuenta estas recomendaciones:

• Invierno: hay que regar la planta con menor frecuencia durante los meses más fríos del año. Esto significa que el riego debe ser más espaciado y hay que ejecutarlo en las horas más cálidas del día para evitar la acumulación de humedad en las raíces.
• Meses cálidos: si la planta está en temporada de crecimiento, hay que regalar 1 o2 veces a la semana. Pero el sustrato debe estar completamente seco para volver a regarlo nuevamente.
• Hojas y flores: el riego no debe incluir el acto de mojar estas partes de la planta. El agua debe ser suministrada directamente en la base del ejemplar de lavanda. De esta manera, se puede prevenir la aparición de hongos.