Psicología

Qué quiere decir que una persona haga los ojos para atrás cuando te habla, según la psicología

Voltear los ojos para atrás o ponerlos en blanco suele ser una conducta que refleja desprecio o desinterés. Pero también se vincula a otras emociones profundas. ¿Qué dice la psicología de este tipo de lenguaje corporal?
martes, 7 de enero de 2025 · 16:38

Al hablar con otras personas, un individuo puede manifestar diversos tipos de emociones. Pero, además, puede moverse de determinada manera a nivel corporal y hacer gestos faciales para comunicar sus ideas o pensamientos. Uno de ellos se vincula con los ojos.

Voltear los ojos (eye rolling en inglés) es uno de los comportamientos no verbales que puede decir mucho de una persona y sus pensamientos. Incluso, puede ser un signo de determinado tipo de personalidad. Este movimiento ocular que también se denomina "poner los ojos en blanco", refleja mucho más que una simple reacción ante una conversación aburrida o irritante.

¿Qué significa voltear los ojos al hablar con una persona?

Según el lenguaje corporal y la psicología, voltear los ojos o ponerlos en blanco al hablar con otra persona, puede interpretarse de varias maneras:

  • Frustración por la actitud del interlocutor
  • Desinterés por la conversación
  • Respuesta involuntaria por irritación o molestia por la charla
  • Signo de aburrimiento
  • Signo de desacuerdo
  • Acción para ignorar al interlocutor
mujer volteando los ojos como signo de desacuerdo
El significado psicológico de voltear los ojos hacia atrás se vincula con desacuerdo, frustración, ansiedad o aburrimiento, entre otras interpretaciones. Foto: Canva

Además, la psicología indica que este comportamiento también puede estar vinculado con la impaciencia. Esto significa que una persona puede sentir que la conversación está siendo demasiado larga o sin sentido.

De esta manera, los expertos indican que hacer los ojos para atrás puede traducirse en un reflejo del estado emocional interno de una persona. En otras palabras: si bien puede ser una simple respuesta o reacción a una situación o comentario, poner los ojos blancos podría vincularse a emociones como la ansiedad o inseguridad.

En este sentido, las personas que voltean los ojos frecuentemente pueden estar lidiando con frustración, estrés o falta de control sobre sus emociones.