Jardinería
Lavandas con flores los 365 días del año: los 3 secretos mejor guardado de jardineros expertos
Existen soluciones de jardinería más naturales. Hay al menos un puñado de especies cada vez más popular entre jardineros y paisajistasTener plantas con flores todo el año es el sueño de todo amante de la jardinería. Resolver esto de forma sencilla puede resultar desafiante. Por suerte, hay alternativas amigables con el entorno y nuestro bolsillo para ayudar en ese sentido. De hecho se puede usar ciertas especies en particular que se vienen imponiendo como una alternativa como por ejemplo la siempre dulce y vistosa lavanda.
A nadie le agrada lidiar con una lavanda que no tiene flores los 365 días del año. Sin embargo, existen soluciones de jardinería más naturales. Hay al menos un puñado de especies cada vez más popular entre jardineros y paisajistas que lo eligen porque termina con esta situación. En este nota podrás ver cuáles son los 3 secretos mejor guardado de jardineros expertos,
La jardinería para la lavanda
Uno de los mayores errores en el cultivo de lavanda es el exceso de riego. Esta planta de jardinería está adaptada a climas secos y soleados, por lo que sus raíces no toleran la humedad constante. Para evitar problemas y lograr que esta planta de su máximo posible de flores, es fundamental esperar a que el suelo esté completamente seco antes de volver a regar. Durante el invierno, su necesidad de agua disminuye drásticamente, por lo que el riego debe reducirse al mínimo.

El tipo de suelo es otro factor clave en la jardinería para una lavanda frondosa y saludable. Los suelos arenosos o ligeramente calcáreos son ideales, ya que permiten una correcta circulación del agua y evitan la acumulación de humedad en las raíces. Si el suelo es pesado o arcilloso, es recomendable mejorarlo con arena o granza para mejorar el drenaje y evitar la pudrición de la planta.

Puede parecer contradictorio, pero la poda es esencial para estimular una floración más abundante. Se recomienda realizar una poda en primavera, antes de su crecimiento activo, y otra después de la floración para eliminar partes secas y darle una forma compacta. En febrero, una poda más profunda, llegando hasta la madera vieja, ayudará a rejuvenecer la planta y prolongar su vida útil en la jardinería.