Jardinería
Ni cada 1 ni cada 3 meses: cada cuánto debes fertilizar el Potus para que crezca sano y fuerte en pocas semanas
El potus es una planta que no requiere cuidados intensivos para crecer de manera saludable. Pero los fertilizantes pueden optimizar su desarrollo. Conoce cuáles son los nutrientes que necesita el ejemplar y cuándo hay que abonarlo.El potus (Epipremnum aureum) es una planta que se puede cultivar tanto en espacios interiores como exteriores y muchos amantes de la jardinería adoran por su función ornamental. Este ejemplar puede adaptarse a diversas condiciones climáticas y no necesita un riego frecuente.
Esta planta, también denominada poto, posee hojas en forma de corazón y su tonalidad cromática puede ir desde un verde oscuro hasta tonos más amarillentos o jaspeados blancos. Si bien su crecimiento no necesita mucho cuidado y mantenimiento, este ejemplar requiere ciertos nutrientes que pueden ser suministrados a través de fertilizantes o abonos.
¿Qué nutrientes necesita un potus para estimular su crecimiento?
Al igual que otras plantas, el potus puede crecer de manera vigorosa con el suministro de los siguientes nutrientes:
- Nitrógeno para el crecimiento del follaje
- Fósforo para el desarrollo de raíces
- Potasio para la salud general del ejemplar
- Calcio
- Magnesio
- Hierro
Cuando a la planta le faltan estos nutrientes, uno de los síntomas son sus hojas amarillentas. Pero también se puede manifestar a través de las puntas de las hojas en tonos marrones y un crecimiento muy lento y/o atrofiado.

¿Cómo fertilizar el potus y qué tipo de abono necesita?
Según los especialistas de Picture This, el potus se puede fertilizar de manera óptima con compost o humus de lombriz. Este fertilizante se debe colocar en el sustrato de la base de la planta cada 4 o 6 semanas. El momento más adecuado para abonar la planta es durante los meses más cálidos (primavera y verano), es decir, cuando el ejemplar está en su fase activa de crecimiento.

Por el contrario, la planta no debe ser fertilizada durante el invierno, ya que el crecimiento disminuye y requiere menos nutrientes. Para aplicar de manera adecuada el abono, primero hay que regar el ejemplar de antemano para prevenir quemaduras en las raíces. Luego de suministrado el producto natural o químico, hay que garantizar el drenaje correcto del fertilizante para evitar la acumulación de sales en el suelo.