Jardinería
Ni plátano ni canela; cómo hacer para que tu limonero estalle de frutos en un mes
El limonero es un árbol frutal que necesita su tiempo para crecer de manera adecuada y saludable para poder dar frutos abundantes. Este es el procedimiento de los jardineros expertos para potenciar y acelerar su crecimiento.Al igual que otros árboles frutales cítricos, el limonero necesita ciertos cuidados y mantenimiento para crecer óptimamente. Este ejemplar puede dar frutos abundantes, pero primero es necesario tener en cuenta algunos aspectos de su desarrollo.

¿Cómo hacer que crezca más rápido un limonero?
El truco para hacer crecer los cítricos como el limonero muy rápido reside en su germinación. Solo hay que colocar las semillas del limón en papel absorbente y luego en un sitio donde llegue la luz del sol. De esta manera, germinarán más rápido.
Después de germinar la semilla del limón hay que seguir los siguientes consejos de expertos en jardinería:
Clima óptimo
Los cítricos son los ejemplares menos tolerantes al frío. No toleran bien las heladas prolongadas. Su temperatura ideal es de entre 17ºC y 28 ºC. Por eso es recomendable cubrir el árbol con plástico de invernadero en invierno. Pero se puede utilizar otro material transpirable que deje pasar la luz solar.
Abono y característica del suelo
Necesita bastante humedad y buen drenaje para que los riegos frecuentes no encharquen la tierra. Lo mejor es aportarle tierra semiligera, de pH neutro y rica en materia orgánica. Además, necesita un aporte periódico de más materia orgánica para seguir dando frutos. Esta puede ser humus de lombriz.
Riego
El suministro de agua debe ser frecuente y hay que mantener cierto nivel de humedad en la tierra, ya que el limonero no tolera las sequías. El riego de primavera y verano puede ser de 1 vez por semana y en otoño e invierno entre 1 y 2 veces al mes.

Poda
Las podas de formación deben hacerse durante sus primeros años de vida para darle la estructura deseada. Las podas de mantenimiento deben ejecutarse en cada temporada para quitar las ramas en mal estado o mal direccionadas. Lo ideal es despejar la copa para que la luz del sol llegue bien a todas las ramas. Pero siempre debe hacerse una poda suave, no agresiva. Lo recomendable por los expertos en jardinería es hacerlo entre finales de invierno y principio de primavera, es decir, cuando ya hayan pasado las heladas y su época de crecimiento no se haya iniciado.