Reutiliza una vieja caja de cartón para crear este cajón de almacenamiento ideal para el dormitorio

¿Tienes una vieja caja de cartón acumulando polvo en algún rincón de tu hogar? ¡No la tires! Con un poco de creatividad, puedes transformarla en una pieza útil para tu hogar. Con pocos materiales y mucho ingenio, podrás darle una segunda vida a esa caja sin uso. 

En esta nota, te enseñaremos a hacer un práctico cajón de almacenamiento para tu dormitorio. Descubre cómo reutilizar y reciclar materiales para crear un nuevo elemento funcional y decorativo que te ayudará a mantener tu habitación organizada y en orden.

¿Cómo reutilizar una caja vieja para hacer un cajón de almacenamiento?

Materiales:

• Caja de zapatos
• Silicona
• Tela de yute
• Papel vinilo adhesivo
• Tijeras
• Palitos de madera (de pincho moruno)

Paso a paso:

Lo primero que debes hacer es quitarle la tapa a la caja o cortarla en el caso de que vaya unida. Luego, procede a forrar la superficie con papel de vinilo (puedes utilizar el diseño que más te guste o que combine con la decoración de tu hogar). A continuación, forra el interior de la caja con tela de yute. Con la tapa deberás cortar una base, a la cual debes forrar con papel y una vez lista, debes pegarla con silicona en el interior de la caja para reforzarla. 

Para los laterales, recorta cuatro tiras de tela de yute que serán las asas de la cesta. Pégalas en cada una de las esquinas de la caja y junta varios palitos de pincho para hacer los soportes laterales que irán pegados a las asas. Finalmente, puedes agregar  detalles como flores hechas en tela de yute o lo que quieras. Este cajón de almacenamiento es ideal para tu dormitorio. 

Aunque en la habitación quedará espectacular, también puedes usarlo sobre el mueble del lavabo para guardar las cremas y maquillaje, al lado del inodoro para el papel higiénico, o dentro del mueble de baño para tener a mano las toallitas desmaquillantes u otros accesorios. 

Además, también podrás utilizarlo en el dormitorio sobre la mesita de noche para guardar las cremas, las gafas de ver o el libro de lectura e incluso en la despensa como organizador para tus bolsas de macarrones, legumbres o botecitos de encurtidos.