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Netflix: la serie de sólo 7 episodios que no todos logran terminar porque combina elementos góticos con horror sobrenatural
La serie no se limita a asustar; invita a la introspección y al cuestionamiento de las propias creenciasCuando una persona intenta ver una serie o una película mediante las plataformas de streaming, se suele sentir abrumado e indeciso por su intensa variedad de opciones. Sucede en todas las aplicaciones de este tipo, pero especialmente en Netflix. Por eso siempre es mejor llegar a este momento con algún tipo de recomendación ya en la cabeza, y en ese sentido esta nota te ayudará a decidirte si tienes ganas de ver una historia de horror.
A pesar de su naturaleza divisiva, se ha ganado un lugar entre las producciones de terror más originales y pensadas de Netflix. Su propuesta va más allá del susto fácil, ofreciendo una experiencia densa y cargada de simbolismo que recompensa a quienes se atreven a adentrarse en sus oscuros secretos. Es una serie que, sin duda, deja una huella duradera en la mente de sus espectadores.
La serie de horror en Netflix
"Misa de Medianoche", la miniserie de Netflix creada y dirigida por el aclamado Mike Flanagan, es una producción de solo siete episodios que ha generado tanto fascinación como dificultad para ser terminada por algunos espectadores. Ambientada en la remota y aislada comunidad de Crockett Island, la trama se desata con la llegada de un misterioso sacerdote que coincide con el inicio de una serie de fenómenos sobrenaturales. El elenco, encabezado por Zach Gilford, Kate Siegel y Hamish Linklater, entrega actuaciones que anclan la inquietante narrativa.
La serie de Netflix se despliega como una profunda reflexión sobre la fe, el fanatismo religioso y la redención, temas que resuenan a lo largo de sus atrapantes episodios. Con títulos bíblicos como "Génesis" y "Apocalipsis", cada capítulo teje una compleja red de misterio y horror. Filmada en Canadá, "Misa de Medianoche" logra una combinación magistral de elementos góticos con horror sobrenatural, creando una atmósfera única y opresiva que mantiene al público en vilo.
El estilo melancólico y el meticuloso desarrollo de cada personaje son pilares que la convierten en una obra inquietante que atrapa al televidente con precisión. La serie no se limita a asustar; invita a la introspección y al cuestionamiento de las propias creencias. Es precisamente esta profundidad, junto con su ritmo pausado y la intensidad de sus diálogos, lo que puede resultar desafiante para algunos, llevándolos a no completar la experiencia en la plataforma de Netflix.