Especies en Peligro

Conoce a Boris y Bruce, los agentes perrunos que combaten el tráfico de jaguar en Sudamérica

Estos lomitos trabajan en puertos y aeropuertos de Sudamérica en busca de colmillos y huesos de jaguar.
viernes, 26 de agosto de 2022 · 12:00

Boris, un patterdale terrier, y Bruce, un labrador color chocolate, son los agentes peluditos de la 'Operación Jaguar', un proyecto de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza de los Países Bajos (UICN NL) que tiene el objetivo de combatir el tráfico de este gran felino. En 2021, llegaron a Sudamérica para trabajar en aeropuertos y puertos en busca de colmillos y huesos de jaguar. También realizan labores de rastreo de cazadores en algunos parques nacionales. 

Wesley Visscher es el fundador de Scent Imprint Conservation Dogs, un centro donde entrena animales para que apoyen labores de conservación de distintas especies silvestres que están en peligro de extinción como elefantes, rinocerontes, pangolines y jaguares. Los perros de la organización aprenden a realizar tareas como detectar muestras de heces o encontrar parte de las especies amenazadas.

En Scent Imprint Conservation Dogs los perritos aprenden a rastrear hasta 15 olores de diferentes especies. En el caso particular del jaguar, han aprendido a concentrarse únicamente en el olor del felino. “Con su gran olfato, estos perros están entrenados para detectar incluso la muestra más pequeña del animal que estén buscando”, explicó Visscher al medio especializado en medio ambiente Mongabay Latinoamérica. El entrenador espera que sus lomitos puedan ayudar a detectar partes de jaguar, rastrear su origen y exponer redes criminales de tráfico de vida silvestre.

El uso de perros para labores de conservación de vida silvestre se ha vuelto cada vez más común, especialmente en Centroamérica. En esta región, está demostrado que los canes pueden identificar en un año hasta 100 muestras de heces de jaguar, mientras que sin ellos solo se consiguen 10.

La historia de Boris y Bruce, futuros agentes contra el tráfico de jaguar

Desgraciadamente, los humanos que habían adoptado como mascota a Boris, un patterdale terrier de año y medio color chocolate, no pudieron seguirle el ritmo, pues era demasiado activo. Al parecer, ser una simple mascota le aburría. Así que cuando cumplió un año de edad y se convirtió en un adulto llegó a Scent Imprint for Dogs. 

Boris durante su entrenamiento. Foto: Scent Imprint for Dogs

Su llegada al equipo resultó ideal, pues desde hacía un tiempo Wesley Visscher estaba en la búsqueda de un perro pequeño pero atlético, que pudiera subir a las cintas de seguridad de los aeropuertos y puertos, o vigilar los carros con equipaje en busca de partes de jaguar.

“Las autoridades saben en qué vuelos o en qué cargamentos hay alta probabilidad de tráfico de partes de animales silvestres. Sin embargo, a veces hay vuelos que se dan en paralelo o el tiempo para inspeccionar el equipaje y a las personas es muy reducido”, explicó Visscher a Mongabay Latinoamérica. El experto añadió que los operadores de equipos de rayos x se enfocan más en encontrar drogas o explosivos que en contrabando de partes de animales, mientras que los perros hacen chequeos rápidos y llegan fácilmente al objetivo.

Bruce es un labrador color caramelo que ahora tiene cuatro años y se integró al equipo de la organización cuando tenía tan solo 15 semanas de nacido, proveniente de un criador ético y responsable. De hecho, su hermana Bliss también trabaja en Scent Imprint for Dogs como agente de proyectos de conservación dentro de áreas naturales protegidas.

Bruce. 
Foto: Scent Imprint for Dogs
Bruce durante su entrenamiento. 
Foto: Scent Imprint for Dogs

Boris y Bruce fueron seleccionados para formar parte del grupo especial de 'Operación Jaguar', aunque por razones de seguridad no se pueden revelar el país específico en el que están asignados. Aunque principalmente trabajan en aeropuertos y puertos, Wesley Visscher explicó que también están capacitados para trabajar en la selva. “Pueden trabajar alrededor y dentro de los parques nacionales junto con las autoridades para detectar a los cazadores de jaguar. Si un guardaparques observa una huella fresca en un lugar intangible, los perros pueden rastrear rápidamente al contrabandista”, detalló su entrenador. 

El experto comentó que en Asia y África ya se ha comprobado lo eficaces que pueden ser los perros para detectar cargamentos de tráfico de animales vivos como monos o tortugas. "Esto ha provocado que los traficantes tengan miedo de los perros. Si hay perros en la carretera, no se acercan”, dijo Visscher.

Sin embargo, no todo es trabajo duro, pues Boris y Bruce estarán muy bien cuidados. Por cada 20 minutos que pasen en busca de partes de jaguar en los aeropuertos, reciben otros 20 para descansar. Lo mismo sucede en su trabajo de campo en la selva, por cada dos días de labores, tienen otros dos de recuperación. 

Con información de Mongabay