¿Cómo fue la ceremonia de coronación de Isabel II? Aquí te contamos los detalles

Era 1953 cuando Elizabeth Alexandra Mary asumió la corona de manera oficial, pues a pesar de haber ascendido al trono en 1952, tras la muerte de su padre, el rey Jorge VI; fue hasta un año después que se llevó a cabo la coronación de quien sería desde entonces la reina Isabel II. La ceremonia fue preparada durante más de un año y fue la primera en retransmitirse íntegramente por televisión.

En una ceremonia intensamente religiosa, celebrada en la Abadía de Westminster, en Londres, la nueva reina fue presentada como la encarnación de los valores familiares cristianos tradicionales. Isabel hizo el juramento de defender la ley y gobernar la Iglesia de Inglaterra.

Antecedentes reales de Elizabeth Alexandra Mary

La reina Isabel II empezó a ser conocida entre el pueblo desde su designación como heredera al trono durante la Segunda Guerra Mundial, participando en programas de radio para animar a los niños que se habían refugiado fuera de Londres e ingresando en el Servicio Territorial Auxiliar.

Debido a los problemas de salud que tenía el rey Jorge VI, en 1949 delegó sus tareas oficiales a la princesa Isabel y a su marido Felipe, duque de Edimburgo, con quien se había casado en 1947. A finales de 1951, Isabel y Felipe partieron en un viaje oficial a Kenia y Australia. Sin embargo, la mañana del 6 de febrero de 1952, el rey murió, por lo que tuvieron que regresar desde Kenia, con Isabel ya como reina.

La coronación de la reina Isabel II

Después de 14 meses de la muerte del rey, se llevó a cabo la coronación de Isabel II, que tuvo lugar en la Abadía de Westminster. Dicho evento sería la primera coronación británica en ser televisada, además, era también la primera vez que se filmaría en color y siguió un patrón similar al de las coronaciones de los reyes y reinas previos a ella. 

Las cintas del evento fueron enviadas por avión el mismo día para ser retransmitidos en otros países como Canadá, Australia o Estados Unidos y alrededor de 750 periodistas cubrían el evento en 39 lenguas distintas. Aproximadamente 8 mil invitados asistieron a la coronación en el interior de la abadía de Westminster, cuya capacidad era de 2 mil, lo que ocasionó problemas de logística. 

La ceremonia empezó el 2 de junio con una procesión que incluía a varios jefes de estado y nobles tanto británicos como extranjeros, partiendo del Palacio de Buckingham y atravesando las calles de Londres hasta llegar a la abadía a las 11:00 am. 

La reina llegó a la abadía en el Gold State Coach, el carruaje de la familia real. Llevaba un vestido en el que se habían bordado los emblemas forales de los países de la Commonwealth y el Manto de Estado, la famosa capa de terciopelo y armiño.

Tras realizar una plegaria, Isabel se sentó en el trono del altar y los obispos le entregaron los objetos religiosos (la Biblia, una patena y un cáliz) y los símbolos del poder real: la corona de San Eduardo, las espadas y cetros ceremoniales y el orbe real. El arzobispo de Canterbury le colocó la corona y la bendijo mientras los presentes exclamaban: “¡Dios salve a la reina Isabel!” y “¡Larga vida a la reina Isabel!”. 

Tras la ceremonia empezó la procesión de regreso al Palacio de Buckingham y recorrió algunos de los lugares más icónicos de Londres en una ruta de 8 kilómetros y terminó con una exhibición aérea sobre el Palacio. Después la nueva reina y su consorte salieron al balcón a saludar a la multitud, acción que se repitió en muchas ocasiones hasta antes del reciente deceso de la monarca.