Papa Francisco dice que la homosexualidad "no es un delito", pero sí "es un pecado"

El Papa Francisco dijo que "ser homosexual no es un delito" y llamó a las leyes que la penalizan como "injustas", puesto que “todos somos hijos de Dios, y Dios nos ama tal como somos, por la fuerza con la que cada uno de nosotros lucha por nuestra dignidad”, señaló el líder de la iglesia católica durante una extensa entrevista en la ciudad del Vaticano para The Associated Press.

El pontífice también le pidió a los obispos católicos que apoyan estos preceptos que aceptaran a todas las personas de la comunidad LGBTQ+ en todas las instituciones eclesiasticas. 

Francisco dijo que tiene que existir una distinción entre un crimen y un pecado con respecto a la homosexualidad. También señaló que los actos relacionados con el contacto entre personas del mismo género son pecaminosos o "intrínsecamente desordenados", pero las personas de la comunidad LGBTQ+ deber se tratadas con dignidad y respeto. 

“No es un crimen. Sí, pero es un pecado. Bien, pero primero distingamos entre un pecado y un crimen. También es pecado faltar a la caridad unos con otros, entonces, ¿qué pasa con eso?”, agregó. 

El legado de Francisco y su opinión al respecto al tema no ha cambiado mucho la doctrina religiosa, la cual incurre sobre los homosexuales desde hace cientos de años.

En 2021 la oficina doctrinal del Vaticano decretó que la iglesia no podía bendecir las uniones del mismo sexo porque “Dios no puede bendecir el pecado”, pero aún con esto y después de la incipiente crítica de la comunidad LGBTQ+, el Papa ha defendido repetidamente los derechos de las personas homosexuales y abogó por la inclusión de este sector en la vida católica. 

Anteriormente, el Vaticano se negó a firmar una declaración de la ONU en la que se proponía la despenalización de la homosexualidad, sin en cambio, el clero refutó el texto al decir que iba más allá del alcance original. Para 2008, la institución eclesiástica instó a los países a evita "la injusta discriminación" contra los homosexuales y a despenalizarlos. 

En 2013, Francisco fue cuestionado sobre un supuesto sacerdote gay, a lo que respindió "¿quién soy yo para juzgar?". Durante su ejercicio como arzobispo de la ciudad de Buenos Aires, Argentina, se mostró a favor de conceder protección legal a las parejas del mismo sexo para contraer matrimonio, lo cual la doctrina católica prohibe.