Coronación Rey Carlos III

Los 5 elementos esenciales e históricos utilizados en la ceremonia de coronación del rey Carlos III

Conoce 5 de los elementos más importante que fueron utilizados durante la ceremonia de coronación del rey Carlos III antes y después de su llegada a la Abadía de Westminister en el Reino Unido.
sábado, 6 de mayo de 2023 · 09:16

Carlos III y su esposa Camila fueron nombrados oficialmente rey y reina de la Gran Bretaña durante la ceremonia de coronación realizada este fin de semana. El evento solmemne estuvo rodeado de dos mil invitados, entre ellos miembros de la familia real y varias personalidades, además de toda la pompa de la monarquía británica y elementos característicos e históricos como los que se mostrarán a continuación. 

Los cinco elementos escenciales de la coronación del rey Carlos III

La silla de coronación y la piedra de Scone

El rey Carlos III fue coronado en la Abadía de Westminster se sentó sobre una histórica sila de mil 500 años creada para la monarquía irlandesa, escocesa e inglesa. 

La corona se colocó sobre la cabeza de Carlos III mientras se sentó en la silla de coronación suspendida sobre la piedra de Scone, una losa de arenisca sagrada sobre la que el rey de Escocia portó alguna vez la corona. Sillas como esta han sido parte de cada coronación desde 1308. 

Con 2.05 metro de alto, está hecha de roble y originalmente estaba cubierta con pan de oro y cristales de colores. El oro se gastó con el tiempo. El rey Eduardo I sacó la reliquia de Escocia a fines del siglo XIII, la trasladó a un monasterio e hizo una silla específicamente para mantener la también llamada 'Piedra Ardiente', conocida por los escoceses como la 'Piedra del Destino'.

Sin embargo, la historia de la piedra se remonta a un pasado lejano. Según la Abadía de Westminster, el fundador de la realeza escocesa, Fergus More McEirk, se llevó la piedra cuando trasladó el trono de Irlanda a Escocia alrededor del año 498. Antes de eso, la piedra se usaba como un símbolo del destino. Anteriormente utilizada como piedra de coronación de los reyes irlandeses. 

En 1996, el primer ministro John Major devolvió la piedra a Escocia con la condición de que fuera devuelta a Inglaterra para futuras ceremonias de coronación. En los últimos días, la piedra se retiró temporalmente de su ubicación actual en el Castillo de Edimburgo en una ceremonia supervisada por el primer ministro de Escocia, Humza Yousaf, y se llevó a la Abadía, donde se realizó cabo una ceremonia especial para marcar el regreso de la piedra.

La cuchara de coronación

La Cuchara de la Coronación, de plata chapada en oro, es la única pieza de la coronación que sobrevivió a la Guerra Civil inglesa. Tras la ejecución del rey Carlos I en 1649, el resto de la colección fue fundida o vendida cuando el Parlamento intentó abolir la monarquía para siempre. 

Esta cuchara se utilizó cuando el arzobizpo de Canterbury vertió el aceite sagrado sobre un recipiente en forma de águila para colocarlo en su manos y posteriormente frotarlo sobre las manos, el pecho y la cabeza del rey. 

Según la Royal Collection Trust, se cree que la cuchara de 10.5 pulgadas se fabricó para Enrique II o Ricardo I en el siglo XII y es posible que se haya utilizado originalmente para mezclar agua y vino.

El diamante de Cullinan

El diamante de Cullinan es el diamante en bruto más grande que se ha encontrado en la historia. Fue descubierto en 1905 en una mina de Sudáfrica y pesaba 3.106 quilates, lo que equivale a unos 621 gramos. El nombre del diamante se debe a Thomas Cullinan, el dueño de la mina donde se halló.

El diamante fue regalado al rey Eduardo VII de Inglaterra por el gobierno de Transvaal, una antigua colonia británica. El rey encargó al joyero Joseph Asscher que lo cortara y puliera en varias piezas. El proceso duró ocho meses y dio como resultado nueve diamantes grandes y 96 pequeños.

El más grande de los nueve diamantes se llama Cullinan I o Estrella de África y tiene 530 quilates. Es el diamante tallado más grande del mundo y forma parte de la corona imperial británica. El segundo más grande se llama Cullinan II o Segunda Estrella de África y tiene 317 quilates. Se encuentra en la parte frontal de la corona imperial británica.

Los otros siete diamantes grandes se usaron para hacer otras joyas de la familia real británica, como broches, colgantes y anillos. Los diamantes pequeños se vendieron o se regalaron a otras personas.

El diamante de Cullinan es una de las joyas más valiosas y famosas del mundo. Su belleza y tamaño lo convierten en un símbolo de poder y prestigio.

La corona de San Eduardo

La corona británica de San Eduardo es una de las joyas de la Corona más antiguas y simbólicas. Se cree que fue hecha para la coronación de Eduardo el Confesor en 1042, y desde entonces ha sido utilizada por casi todos los monarcas británicos en sus ceremonias de coronación, de la misma manera para el recién nombra rey Carlos III. 

La corona tiene un diseño de oro macizo con cuatro cruces patadas y cuatro flores de lis, adornadas con piedras preciosas y perlas. En la parte superior hay un arco de oro con una cruz de oro y una esmeralda en el centro. La corona pesa alrededor de 2.23 kilogramos y mide 30 centímetros de alto y 26 centímetros de diámetro.

La corona se guarda en la Torre de Londres junto con el resto de las joyas de la Corona, y solo se saca para las ocasiones especiales. Representa la autoridad y la continuidad de la monarquía británica, así como su conexión con la Iglesia de Inglaterra.

Brilla con piedras como turmalinas, topacios blancos y amarillos, rubíes, amatistas, zafiros, granates, peridotos, circonitas, espinelas y aguamarinas.

AFP

La carroza de oro 

El rey Carlos II y la reina Camila regresaron al Palacio de Buckingham desde la Abadía de Westminister en la 'carroza de estado dorada', un reliquia de más de 260 años de antigüedad, reconocida por ser 'incómoda'. 

Se construyó en 1762 bajo el reinado de Jorge III y se ha utilizado en todas las coronaciones desde 1831. Está hecha de madera y recubierta de hojas de oro. 

Pesa cuatro toneladas y solo circula a una velocidad de paseo. "Es horrible. No está hecho para viajar en absoluto", dijo la reina Isabel II en 2018 durante una entrevista con Sky News. "No es muy cómodo".

AFP
Con información de AP