Nueva York
Eric Adams, alcalde de Nueva York, brindará atención psiquiátrica a las personas sin hogar, aún si estas se niegan
El alcalde Eric Adams dijo que las autoridades neoyorquinas tendrán el poder de sacar de las calles a las personas con enfermedades mentales graves, aún cuando estas se resistan a la atención u hospitalización voluntaria.El alcalde de la ciudad de Nueva York instruirá a las autoridades locales y de la salud que tomen medidas más drásticas para sacar de las calles a aquellas personas con enfermedades mentales graves, incluso si esto significa hospitalizar involuntariamente a aquellas que rechacen la atención.
"Estos neoyorquinos y cientos de otros como ellos necesitan urgentemente tratamiento, pero a menudo lo rechazan cuando se les ofrece", dijo el alcalde Eric Adams en una conferencia de prensa, quien agregó que el problema de la salud mental generalizada ha sido tema de hace un tiempo. "Se acabó el pasar de largo o mirar hacia otro lado". Adams calificó este acto como una "obligación moral".
La actual administración de la ciudad de Nueva York se enfrenta a un alto índice de personas sin hogar. Según The Bowery Mission a través del 'Departamento de servicios para personas sin hogar y Administración de recursos humanos de la ciudad de Nueva York' y 'NYCStat', en una demarcación con más de 8.4 millones de habitantes, uno de cada 120 neoyorquinos vive en la vía pública. De 70 mil hombres, mujeres y niños, se estima que tres mil 400 viven en el metro, en las calles de Manhattan y otros distritos vecindarios como South Bronx y East Harlem.
Todos los trabajadores de asistencia social, hospitales locales, cuerpo policiaco y grupos de primer contacto tendrán la facultad de hospitalizar involuntariamente a cualquier persona que consideren un peligro para sí misma o que sea incapaz de cuidarse.
"La propia naturaleza de sus enfermedades les impide darse cuenta de que necesitan intervención y apoyo. Sin esa intervención, permanecen perdidos y aislados de la sociedad, atormentados por delirios y pensamientos desordenados. Entran y salen de hospitales y cárceles", añadió Adams.
La ley estatal suele limitar la capacidad de las autoridades para obligar a alguien a recibir tratamiento a menos que sea un peligro para sí mismo, pero Adams dijo que era un "mito" que la ley exigiera que una persona se comportara de forma "escandalosamente peligrosa" o con tendencia al suicidio antes de que un agente de la policía o un trabajador médico pudiera actuar.
Como parte de esta iniciativa, la ciudad comenzó a desarrollar un línea telefónica especializada que le permitirá a los policías consultar con los médicos.
Donna Lieberman, directora ejecutiva de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York, dijo que el alcalde "está jugando con los derechos legales de los neoyorquinos" al no destinar los recursos necesarios para abordar la crisis de salud mental que afecta a la comunidad. "Obligar a las personas a recibir tratamiento es una estrategia fallida para conectar a las personas con el tratamiento y la atención a largo plazo", dijo.
La 'Coalición para los Sin Techo' ('Coalition for the Homeles') también denunció el plan del alcalde y sugirió que la ciudad debería centrarse en ampliar el acceso al tratamiento psiquiátrico voluntario.
"El alcalde Adams sigue equivocándose cuando se trata de su dependencia de la vigilancia ineficaz, el control policial, el transporte y tratamiento involuntario de personas con enfermedades mentales", dijo la directora ejecutiva de la coalición, Jacquelyn Simone. La dirigente agregó que las personas que necesitan ayuda a menudo no pueden acceder a estos tratamientos por la limitada capacidad que la ciudad.
Otros grupos acogieron con agrado las propuestas del alcalde, aunque se mostraron escépticos sobre la forma en que la policía trataría en última instancia a los enfermos mentales.
"Estamos de acuerdo con el espíritu del discurso del alcalde Adams, que se centra en afrontar este problema humano con compasión y sensibilidad", opinó Jeffrey Berman, abogado de la unidad de salud mental de la Sociedad de Ayuda Legal. "Necesitamos soluciones dentro del sistema jurídico penal para que las personas que acaban siendo detenidas puedan encontrar una salida con tratamiento, apoyo en la comunidad y un camino hacia la recuperación real y no la cárcel", dijo.
Segun la Sociedad de Asistencia Jurídica, los legisladores estatales "no deben seguir 'puntando'" para abordar la crisis y aprobar de una vez por todas una legislación que ofrezca tratamiento y no cárcel a las personas con problemas de salud mental. Adams pidió que la 'Ley de Kendra' (1999) se amplíe para permitir que los tribunales concedan atención psiquiátrica a todo aquel acusado con enfermedades mentales. La ley lleva el nombre de Kendra Webdale, quien murió tras ser empujada a las vías del metro por un hombre con antecedentes psiquiátricos.
El alcalde empezó con el despliegue de equipos médicos y grupos policiacos para patrullar las estaciones del metro más concurridas, además de cursos de formación para los agentes de policía y miembros de primera intervención con el fin de enseñarles a dar una correcta atención 'compasiva' en casos donde se pueda provocar un traslado involuntario.
"No es aceptable que veamos a alguien que claramente necesita ayuda y pasemos de largo", dijo Adams."No podemos seguir negando la realidad de que la psicosis no tratada puede ser una afección cruel y desbordante que a menudo requiere una intervención involuntaria".