Adolescentes que vivieron la pandemia mostraron signos de envejecimiento cerebral, según estudio

Los cerebros de los adolescentes que tuvieron que confinarse en casa durante la pandemia de covid-19 parecen mostrar signos de envejecimiento, pero mucho antes de tiempo, según una investigación. 

Un equipo de expertos realizó la comparación de 81 resonancias magnéticas de adolescentes en los Estados Unidos tomadas entre noviembre de 2016 y noviembre 2019, antes de que iniciara el confinamiento, con la de otros 82 adolescentes entre octubre de 2020 y marzo 2022, durante la propagación del virus pero después de que se levantaran lo cierres. 

Se aparejaron los resultados de 64 participantes por cada grupo en función de otros factores como la edad y el sexo. Se descubrió que los cambios físicos en su cerebro que se producen durante la adolescencia, como el adelgazamiento de la corteza y el crecimiento del hipocampo y la amígdala, eran mayores en el grupo que se mantuvo en el confinamiento que en el grupo anterior a la pandemia. Esto indició que tales procesos se aceleraron, o en otras palabras, sus cerebros envejecieron más rápido de lo esperado. Pero ¿a qué se debe esto? 

"La diferencia de edad del cerebro era de unos tres años; no esperábamos un aumento tan grande, ya que el confinamiento duró menos de un año", afirma Ian Gotlib, profesor de psicología de la Universidad de Stanford y autor principal del estudio.

Los participantes, en su mayoría residentes de California, aceptaron formar parte en el estudio que originalmente analizaría el impacto del estrés vital temprano en la salud mental a lo largo de la pubertad. Con estos parámetros en cuenta, también se evaluaron a los adolescentes en busca de síntomas de depresión y ansiedad, según el estudio publicado en la revista Biological Psychiatry: Global Open Science. 

Los jóvenes después del encierro manifestaron tener más dificultades con su salud mental y reportaron síntomas graves de ansiedad y depresión, además de problemas de interiorización. 

"El deterioro de la salud mental va acompañado de cambios físicos en el cerebro de los adolescentes, probablemente debido al estrés de la pandemia", dijo Gotlib, quien también afirmó que estos resultados coinciden con los de otras investigaciones relacionadas con el impacto de este evento de salud pública sobre la salud mental de este sector. 

Sin embargo, aún no está claro si el deterioro de su salud mental está estrictamente ligado con los cambios cerebrales que se mostraron en el reciente estudio. 

"Todavía no lo sabemos: estamos empezando a volver a escanear a todos los participantes a los 20 años, así tendremos una mejor idea de si estos cambios persisten o empiezan a disminuir con el tiempo", explicó Gotlib.

"En los adultos mayores, estos cambios cerebrales suelen asociarse a una reducción del funcionamiento cognitivo. Todavía no está claro qué significan en los adolescentes", añadió el experto. "Pero ésta es la primera demostración de que las dificultades en la salud mental durante la pandemia van acompañadas de lo que parecen ser cambios en la estructura cerebral relacionados con el estrés". 

Otros como Michael Thomas, profesor de neurociencia cognitiva de la Universidad Birkbeck de Londres, quien no participó en el estudio, le dijo a The Guardian, que esta investigación, al igual que algunas otras, confirmaban lo difícil que fue para estas generaciones lidiar con la pandemia y el confinamiento, lo que habría afectado su salud mental y aumentado los índices de depresión y ansiedad en estos sectores. Aún es muy complicado detallar por qué estas diferencias cerebrales repercutirían en el comportamiento actual o futuro de los jóvenes. 

"Las medidas a gran escala del cerebro no nos hablan de los circuitos detallados que impulsan el comportamiento. Yo diría que es muy especulativo qué consecuencias habrá a largo plazo, si es que las hay, y si estos cambios cerebrales serán duraderos o se desvanecerán", dijo Thomas. 

Thomas también subrayó que no estaba claro que las posibles repercusiones fueran necesariamente negativas y señaló que algunos de los cambios acelerados de los que informó el equipo también estaban asociados a un mayor rendimiento, como en algunas pruebas de inteligencia.

"Es famoso que los taxistas londinenses tengan también hipocampos más grandes", dijo. "En resumen, son datos interesantes que demuestran que la pandemia puede haber tenido efectos profundos en los adolescentes, lo suficiente como para reflejarse en las medidas de la estructura cerebral; pero estos datos no pueden decirnos si los resultados negativos a largo plazo son inevitables, o si la plasticidad del cerebro permitirá a esta generación recuperarse".

Con información de The Guardian