Astronomía
Estas son las nuevas e impresionantes imágenes capturadas por el Telescopio James Webb
Un nuevo y extraño fenómeno fue captado por el Telescopio James Webb. Se trata del sistema binario de estrellas WR 140, ubicada en la constelación de Cygnus a más de cinco mil años luz de la Tierra.El Telescopio James Webb trae cada vez más y más revelaciones para la ciencia en el espacio. En esta ocasión, el impactante instrumento astronómico captó un fenómeno jamás antes visto por un telescopio. Un fotografía científica, que al igual que muchas otras han protagonizado los medios internacionales, e impactado a los observadores en el universo. Se trata de un estrella situada a miles de años luz de distancia, capturada a través del sistema infrarrojo del Webb.
La estrella, que se encuentra a una distancia de cinco mil 600 años, fue capturada con un extraño fenómeno que le rodea de anillos concéntricos de luz que se expanden hacia el exterior. Los picos de difracción de la luz no son reales, pues se causan por el efecto óptico del telescopio. Sin embargo, las ondas alrededor de la estrella si lo son.
Este fenómeno es parte de un sistema binario de estrellas llamado WR 140, que contiene un astro de tipo Wolf-Rayet, y una estrella compañera caliente y masiva de 'tipo O'.
Las estrellas Wolf-Rayet son extremadamente calientes y muy viejas. Poco a poco se empobrecen de hidrógeno, y son muy ricas en nitrógeno o carbono. Pierden masa muy rápidamente.
Mientras que las estrellas de 'tipo O' se encuentran entre las más comunes. También muy calientes, brillantes y con una vida útil muy breve debido a su tamaño.
Ambas estrellas orbitan sobre un sistema que las entrelaza de esta manera:
Las dos estrellas del sistema WR 140 tienen vientos estelares rápidos, que soplan hacia el espacio a unos tres mil kilómetros (1.864 millas) por segundo. Por lo tanto, ambas están perdiendo masa a un ritmo bastante rápido.
Su órbita es elíptica. Cuando se encuentran alejadas una de la otra se le llama 'apastrón' y cuando están más cerca se le nombra 'periastrón'. Cuando están en ésta última posición ambas están lo suficientemente cerca como para que sus 'vientos' choquen. Esto provoca un desprendimiento de material y una generación de radiación energética, algo así como la de los Rayos X. Mientras esto se genera también se le añade polvo estelar, a medida que estas formaciones se enfrían.
Las ondas mostradas en la fotografía del Telescopio James Webb en sí son más una clase de 'burbujas', vistas desde un perspectiva frontal. El borde de cada es más visible a medida que se expande porque hay una concentración más densa de material.
Ambos planetas se encuentran cada 7.94 años, por lo que la colisión de este viento (cada onda) se genera cada que pasa este tiempo. En la fotografía se pueden observar al menos 20 anillos, lo que sugiere que se pueden observar 160 años de cáscaras de polvo.
Esta observación fue solicitada por el astrofísico Ryan Lau, del Instituto de Ciencias Espaciales y Astronáuticas de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón.