Tecnología y Negocios
Twitter, en austeridad: empleados llevan su papel de baño y podrían quedarse sin oficinas
Ante los incipientes recortes presupuestales que el CEO de la compañía, Elon Musk, decretó desde su llegada a la dirección ejecutiva, ahora los empleados tendrán que llevar hasta su propio papel de baño y podría quedarse sin oficinas después de un demanda por no pagar el alquiler.Twitter empezó el 2023 con un pie, pero en definitiva no fue con el derecho. La compañía tecnológica de redes sociales, liderada por su actual CEO, Elon Musk, recibió una demanda por no haber pagar el alquiler de sus oficinas en San Francisco, California. Un arrendador comercial fue el encargado de realizar esta presentación legal por supuesto incumplimiento de contrato; Anteriormente, Musk dejó clara su intención de reducir costes para la empresa y estos resultados lo hacen evidente.
Según la demanda presentada por Columbia Property Trust ante el Tribunal Superior de California y San Francisco, Twitter dejó de pagar los más de 136 dólares del inmueble en California Street y ahora parece enfrentar un nuevo problema de entre todos los que dejó el 2022.
Estos recortes presupuestales, que comenzaron a implementarse desde la partida de cientos anunciantes dentro de la plataforma, parecen también afectar a los trabajadores, mismos que además de haber sobrevivido al recorte masivo de personal el año pasado, con el despido de más de los siete mil 500 empleados de la plantilla general, ahora tendrán que lidiar hasta con el papel del baño.
Elon Musk también prescindió de Flagship, la empresa de la limpieza que mantenía las instalaciones de sus oficinas. La falta de estos servicios ha dejado algunos estragos al interior de las oficinas, tales como "olores persistentes de restos de comida y olor corporal", según un reciente informe del New York Times. Debido a la 'austeridad' de Musk, los empleados también ha tenido que llevar su propio papel higiénico tras la ausencia del personal de limpieza.
Pero esto no es todo. Twitter subastó los muebles de alta gama dentro su propia oficina, entre ellos algunos electrodomésticos y reliquias postradas en los pasillos del inmueble. Las ventajas para los más de siete mil 500 trabajadores en todo el mundo que ocupaban estos artículos eran evidentes, pero de manera irónica al menos tres cuartas partes de ellos ya no tendrán que lidiar con la falta de estos insumos y materiales.
Algunos de los objetos subastados son un horno para pizzas, una batidora de piso para cocina comercial (de la que se estima su valor en 18 mil dólares), muebles de diseñador, sillas Eames de Herman Miller y las sillas Knoll Diamond, además de una estatua del pajarito azul de Twitter, junto a una exhibición de luces neón.