¿Alguien perdió su anillo? Arqueólogos encuentran piedras semipreciosas en el desagüe de una terma romana de hace 2 mil años

Arqueólogos encuentran más de 30 piedras semipreciosas en el desagüe de una terma romana ubicada en un lugar cercano al Muro Adriano. Esto sugiere que los romanos debieron haber perdido las piezas mientras disfrutaban de un reconfortante baño termal o un chapuzón en una psicina hace más de dos mil años. 

Se trata de gemas grabadas conocidas como intaglios. Mieden a penas unos cuantos milímetros de diámetro y llevan imágenes artesanales de finales del siglo II o III. De acuerdo con los investigadores, eran objetos bastante caros. 

Uno de los presuntos bañistas romanos habría perdido una amatista (variedad macrocristalina de curazo color violeta) con un representación de Venus sosteniendo una flor o un espejo. Otro de ellos, un jazpe marrón de tonalidades rojizas con un sátiro sentado sobre rocas junto a una columna sagrada. 

"Es increíble", dijo Frank Giecco, experto en la Gran Bretaña romana que dirigió la excavación de las termas. "Ha cautivado la imaginación de todo el mundo. Se caían de los anillos de la gente que usaba las termas. Estaban engarzados con un pegamento vegetal y, en la calurosa y sudorosa casa de baños, se caían de los engarces de los anillos".

"Es posible que ni siquiera se dieran cuenta hasta llegar a casa, porque es la propia piedra la que se cae de los anillos, aunque también hemos encontrado un anillo con engaste", comentó. 

El profesor Martin Henig, experto en arte romano de la Universidad de Oxford, dijo: "El metal se dilata. Si la piedra no está bien sujeta, puede caerse, como ocurre hoy cuando la gente se baña. Imagino que las gemas recuperadas del desagüe se acumularon con el tiempo, y debemos recordar que mucha gente utilizaba esos baños".

Anteriormente se encontraron piezas similares en los desagües de otras termas ubicadas en York y Caerleon, Inglaterra. Los romanos se enfrentaban al mismo problema al que los humanos se han enfrentado hasta hoy: perder sus objetos de valor en el agua o a manos de un ladrón al interior de uno de estos baños públicos. 

Los expertos han encontrados 'tablillas' con inscripciones personales en termas de la ciudad de Bath con maldiciones en venganza a los asaltantes. 

"Mientras alguien, ya sea esclavo o libre, guarde silencio o sepa algo al respecto, puede ser maldecido en sangre, y ojos y cada miembro e incluso tener todos los intestinos bastante carcomidos si ha robado el anillo", escribió uno de los romanos enfurecidos en ese entonces. 

"La dificultad es que necesitabas quitarte el anillo, pero había peligros. ¿Dónde lo dejabas? La gente debía de estar muy disgustada cuando perdía un anillo o la gema engastada en su bisel", comentó Henig. 

Estas aguas termales, baño público o terma romana, estaba junto a la fortaleza romana más importante del Muro de Adriano, la frontera septentrional del imperio, que albergaba una unidad de caballería de élite y tenía vínculos con la corte imperial. Las excavaciones proseguirán hasta el año entrante, pero las pruebas recuperadas hasta ahora, incluidos algunos azulejos con sellos imperiales, sugieren que el complejo de las termas era monumental y opulento. 

"No se encuentran joyas así en yacimientos romanos de bajo estatus. Así que no son algo que hubieran llevado los pobres", dijo Henig. 

Más allá de sus fines decorativos, los anilos en hombres y mujeres tenían un simbolismo. Los intaglios (piedras preciosas grabadas) recién descubiertos contenían imágenes con temas militares y de fertilidad, algunas de ellas con el dios Marte sosteniendo una lanza o de un ratón que mordisquea una rama (los romanos veían a los ratos como símbolos de renacimiento y fertilidad). 

Según Giecco, "algunos de los intaglios son minúsculos, de unos 5 mm; 16 mm es el intaglio más grande. La artesanía para grabar cosas tan pequeñas es increíble". Entre los hallazgos en el drenaje de la terma se encuentran más de 40 horquillas de mujer, 35 cuentas de vidrio y un presunto collar.