Estudios científicos

El punto ecológico de no retorno está más cerca de lo que se creía, según estudio

El punto de inflexión ecológico está más cerca de lo que el ser humano cree, según un nuevo estudio que comprobó que las repercusiones climáticas podrían llevarnos a la destrucción de manera temprana.
viernes, 23 de junio de 2023 · 21:00

Es probable que el colapso del planeta sea mucho antes de lo que se creía, según un nuevo estudio que indagó sobre los puntos de inflexión ecológica y descubrió que estos podrían acelerarse desmedidamente. En pocas palabras: el fin está cerca. Pero de verdad, muy cerca. 

A través de estos resultados, los científicos advirtieron que más de la quinta parte de los ecosistemas en el mundo, incluida la selva amazónica, corren el riesgo de sufrir un colapso catastrófico en el transcurso de la vida humana.

"Podría ocurrir muy pronto", afirmó Simon Willcock, profesor de Rothamsted Research y codirector del estudio para The Guardian. "Siendo realistas, podríamos ser la última generación que vea el Amazonas".

La investigación, publicada el jueves en Nature Sustainability, podría generar un acalorado debate. Sin embargo, a comparación de la relación entre los combustibles fósiles y el calentamiento global, establecida desde hace tiempo y probada de forma determinante, la ciencia de los puntos de inflexión y su impacto está relativamente poco desarrollado. 

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), máximo órgano científico de las Naciones Unidas, demostró un poco más de interés al respecto. En su último informe, afirma que existe la posibilidad de que se produzca un punto de inflexión en la Amazonia para el año 2100.

Carlos Nobre, científico brasileño cree que esto podría llegar mucho antes. Según el análisis, la mayoría de los estudios se centran en el factor de la destrucción, ya sea el cambio climático y la deforestación. Pero cuando se combinan otras amenazas como la falta de agua, la degradación y la contaminación hídrica por la minería, el colapso se anticipa por mucho más. 

El equipo, formado por científicos de las universidades de Southampton, Sheffield y Bangor, así como de Rothamsted Research, analizó dos ecosistemas lacustres y dos bosques, al utilizar modelos informáticos con 70 mil ajustes de variables.

Descubrieron que hasta el 15% de los colapsos se producían como resultado de nuevas tensiones o sucesos extremos, incluso mientras la tensión inicial se mantenía a un nivel constante. La lección que aprendieron fue que incluso si una parte de un ecosistema se gestiona de forma sostenible, nuevas tensiones como el calentamiento global y los fenómenos meteorológicos extremos pueden inclinar la balanza hacia un colapso.

"Estudios anteriores sobre puntos de inflexión ecológicos sugieren costes sociales y económicos significativos a partir de la segunda mitad del siglo XXI. Nuestros resultados sugieren la posibilidad de que estos costes se produzcan mucho antes", señaló el profesor John Dearing, coautor del estudio.

Los resultados son "devastadores", dijo Willcock. Pero no todo fue catastrófico, pues se comprobó que pequeños cambios en un ecosistema podría tener repercusiones positivas para el planeta

"La misma lógica puede funcionar a la inversa. Si se ejerce una presión positiva, la recuperación puede ser rápida", afirmó e insistió en que el tiempo corre más deprisa de lo que la mayoría de la gente cree.