Cómo preparar una mezcla efectiva para eliminar la grasa de tus ollas con solo 2 ingredientes

Como bien sabemos, la limpieza del hogar es fundamental y sobre todo la cocina, donde se pueden acumular todo tipo de bacterias, afectando la normalidad y la tranquilidad de todos. A esto hay que sumarlo que los utensilios pueden dañarse o acumularse de grasa; principalmente las ollas. Por eso, hay un truco que te permitirá mantener estos recipientes relucientes y libre de grasas y lo único que necesitas son dos ingredientes, logrando una mezcla efectiva y solucionando todos tus problemas.

Las ollas son utensilios que son fabricados con metal y es uno de los más antiguos que existe y es que anteriormente se los conocía como calderos y estaban hechos de otro material. Luego de su uso, este utensilio puede ensuciarse fácilmente y no sólo quedarán restos de comida en su interior, sino que las llamas del fuego pueden dañar su parte inferior y lo peor; que se acumule grasa, impidiendo un buen uso.

Uno de los efectos que causa que las ollas se acumulan de grasa es que el material se empieza a corroer, reduciendo la durabilidad. Por eso, lo mejor es siempre mantenerlas limpias y relucientes para darle una vida más útil y duradera. A su vez, las manchas de grasa afectarán la capacidad de las ollas para distribuir el calor de manera uniforme  y cuando hayamos eliminado esto, vamos a garantizar una buena conductividad térmica.

Por eso, hay un método casero para eliminar la grasa de las ollas y no te llevará demasiado tiempo, teniendo en cuenta que necesitarás de dos ingredientes que te ayudarán a elaborar una mezcla muy efectiva. De acuerdo a los expertos, lo que requieres para esta mezcla es carbón triturado y limón.

Para comenzar a elaborar esta mezcla con limón y carbón, tienes que triturar un pedazo de carbón hasta convertirlo en polvo fino; luego exprimir unas gotas de limón fresco; convirtiendo una mezcla que tendrás que aplicarlo sobre las áreas manchadas de grasa en la olla. Una vez que dejes reposar por varios minutos, frotar nuevamente la superficie con un cepillo o esponja; enjuagar con agua tibia y así eliminar cualquier tipo de residuo.